Osasuna quiere esa Conference... y quien sabe si la Europa League tras la victoria del Rayo, y se va a dejar hasta el último hálito en el empeño. Con un oído en ese Celta-Rayo y otro en el ánimo del público, los rojillos saltaron a por el Espanyol y sus urgencias, que no eran pocas.
En apenas un minuto el Espanyol avisó que iba a vender cara la piel cuando Puado se plantó solo ante Herrera y la mandó alta. Pero fue un espejismo porque Bryan tomó el mando en banda izquierda en cuatro ocasiones seguidas, con centros envenenados por dentro y por fuera y al poco Torró estampó en el larguero un cabezazo en el 5'.
Insistió Osasuna y en el 16' llegó el premio con el tiro rebotado desde fuera del área de Aimar Oroz con asistencia de Bryan que rozó, como mandan los cánones, en el muslo-entrepierna del croata que la desvió lo justo para que no llegara Joan. 21 goles del que los mete cuando los busca y cuando se aparta, tremendo lo suyo: nunca un jugador de Osasuna hizo tantos goles en un año, como para no ir a la Conference o más arriba aún.
Ahí se le fueron las fuerzas al Espanyol, que empezó sentir el vértigo del descenso en el estómago mientras Osasuna volaba también por el ala derecha con Areso y Rubén García, a veces incluso con Budimir en los apoyos. Torró tuvo en 2-0 en el 25', pero achicando agua el Espanyol es de primera, y lo tuvo de cabeza Ibáñez en una contra entre Torró y el virguero de Aimar, que tiene trazas de gigante cuando va en carrera.
A la media hora olía a 2-0 el Sadar pero a estas alturas de temporada en el que el corazón tiene sus momentos de fútbol, el 1-1 lo atajó Sergio en el 40' tras una jugada en Roca y Urko que la peleó con fé ante Catena y no la clavó porque Herrera la sacó, sí, con eso justamente, con la misma entrepierna de Budimir... Luego Romero tras el córner probó si seguía Sergio dolido y atajó bien abajo. Acabó arriba el equipo perico, pero sin mordiente.
Segunda parte y Espanyol aprieta
La segunda parte arrancó como la primera, con Puado intentando desde fuera del área dar un susto a Herrera y el la vuelta, Aimar y Budimir metiendo miedo. El Espanyol había dado un paso al frente avisado de los goles del Leganés y Expósito no calzó el empate en el 56' porque Herrera estaba hoy inspirado y la sacó abajo.
Los cambios metieron algo de hielo al partido, pero Expósito tomó el mando de los suyos y cuando eso ocurre, el Espanyol carbura. Una jugada con Romero terminó en centro del lateral y remate a bocajarro de Roberto que era gol sí o sí, pero tocó no porque salió centrado y la sacó Sergio en modo balonmano. Puado la tuvo luego solo pero el segundo control le escoró para perderse el empate en el 70'.
Se fundió ahí el capitán, que dejó sin su chispa al equipo, y Sergio García, que sustituyó a Budimir, perdonó el 2-0 en una contra fulgurante de los locales. Se la guardó para el último minuto con un zigzag digno de delantero de Champions a la contra para cruzar en el 90' su tercer gol de la temporada con el que sigue agarrando la Conference con fuerza y otea el sueño de la Europa League, apenas a un puntio.
Entre medias lo intentó el Espanyol cada vez con más efectivos, pero cada vez con más riesgos y sin jugadas claras. Se jugará el descenso ante Las Palmas, ya descendido, y no le vale el empate en la última jornada en casa tras la victoria del Leganés.
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