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Poco habrá en juego en La Rosaleda para el último partido de la temporada del Málaga. El duelo ante el Burgos estará fuera del horario unificado y sólo tendrá en juego algunos miles de euros del puesto clasificatorio. La permanencia lleva atada desde hace días en una entidad boquerona en la que solo se habla de futuro y de planificación de la próxima campaña. Los tres últimos puntos en juego marcarán el puesto final de un cuadro malaguista que se ha marcado como objetivo el intentar quedar lo más arriba posible por aquello de los derechos televisivos.
La diferencia puede estar sobre los 200.000 o los 350.000 euros. No suena a mucho dinero, pero puede ser un sueldo potente dentro de un equipo de media tabla como se espera que sea el Málaga el próximo curso. La clasificación está muy apretada y el equipo de Sergio Pellicer puede ser hasta duodécimo. Eso sería un casi un 2% más en el reparto del próximo curso para los malaguistas.
En Segunda división, el reparto de los ingresos por derechos televisivos sigue un criterio similar al de Primera, aunque con distintos porcentajes. El 70% del total se distribuye a partes iguales entre todos los clubes. Un 15% se asigna en función de los méritos deportivos, teniendo en cuenta únicamente la clasificación final de la última temporada regular, a diferencia de Primera, donde se valora un histórico más amplio. El 15% restante se reparte según la implantación social de cada club. De ese porcentaje, un tercio se calcula en base a los ingresos por abonos y taquilla, mientras que los dos tercios restantes se miden por la capacidad de generar recursos. En este aspecto, el Málaga supera con creces a muchos equipos de la categoría. El objetivo es claro: escalar tres o cuatro posiciones que permitan al club obtener un ingreso extra en el reparto de los derechos televisivos de LaLiga Hypermotion.
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