parecía una tarde tranquila en Turín. Un partido donde el Inter necesitaba ganar para meter presión al Nápoles antes de su encuentro. Y lo consiguió. Venció 0-2 al Torino. Pero el protagonista inesperado fue la lluvia intensa que caía sobre el Estadio Olímpico Grande Torino.
Un diluvio que detuvo el encuentro casi al final de la primera parte, tras el 0-1 a favor anotado por una gran jugada de Zalewski. Tanto caía que el balón ni rodaba. De hecho, la segunda parte comenzó con más de 20 minutos de retraso. Aún así, el esfércio pudo rodar y el Inter consiguió vencer al conjunto de Vanoli por 0-2 tras un penalti a Taremi que transformó Asllani.
La primera parte comenzó con una detención para atender a un aficionado que se encontraba indispuesto. Tras cinco minutos y la asistencia médica, el encuentro pudo continuar. El Inter, con un equipo repleto de suplentes, empezó con más garra y oficio. Tanto es así que Zalewski aprovechó la ocasión para realizar una gran jugada desde el lateral y marcar un golazo desde la frontal donde no pudo llegar Milinkovic-Savic.
El portero serbio paró mucho. Taremi y Correa generaban muchas ocasiones pero el guardameta del Torino conseguía repeler los disparos. Aunque no fue el único. Después del diluvio que detuvo el encuentro durante unos minutos, Adams tuvo la oportunidad de anotar el empate pero Martínez, quien estuvo muy seguro durante todo el partido, sacó una mano milagrosa para detener el disparo.
Una vez amainó la tormenta, los jugadores volvieron al terreno de juego para disputar la segunda mitad. Las jugadas de peligro las generabanDumfries yDi Marco quienes empezaron de suplentes y realizaban internadas de mucho peligro al contraataque. De hecho, en una ocasión similar. Taremi se quedaba en un uno para uno ante Milinkovic-Savic que lo acaba derribando y cometiendo la pena máxima. Una situación que complicaba la posible remontada del Torino y más aún, cuando Asllani no fallaba desde los once metros.
La lluvia cesó y el conjunto de Vanoli intentaba la igualada. La tuvo dos veces Adams pero sus remates eran repelidos o salían desviados. No sería hasta los minutos finales cuando Masina anotaría el 1-2, sin embargo, sería anulado por una falta previa sobre Asllani. Finalmente, el Inter consigue la victoria a pesar de las adversidades y mete presión al Nápoles en la pelea por el 'scudetto'
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