Cambiando los equipos y con el aliciente de jugar con público la situación del Leganés es muy similar a la que llegó en la última jornada de la temporada 19/20 (la de su descenso). Los pepineros, otra vez con un tanto de Dani Raba vencieron en el Estadio de Gran Canaria con lo que siguen aferrados a su sueño de permanencia.
Sueño, milagro, o creer hasta final… así se le puede llamar. Y es que, a pesar de la victoria contra Las Palmas la salvación es muy complicada. Necesitan vencer al Real Valladolid en la última jornada y que Espanyol no gané en Cornellá a Las Palmas. Una realidad con lo que deben de lidiar y que ya otra plantilla del Leganés vivió en LaLiga de la pandemia. Esa campaña, con Javier Aguirre al frente los blanquiazules protagonizaron una remontada milagrosa en los últimos encuentros que los llevó a jugarse todo en el último partido.
Entonces se jugaba sin público por las restricciones sanitarias y el Lega recibía a un Real Madrid, ya campeón de Liga. A los chicos de Aguirre solo les servía vencer al equipo blanco y que el Celta, su rival por la permanencia, no ganará en casa al Espanyol (el rival en esta ocasión). Los periquitos hicieron su trabajo aun descendidos y empataron a cero en Balaídos, lo que daba la gran oportunidad al Leganés, pero en un final de encuentro dramático no pudieron darle la vuelta al 1-2 del equipo de Zidane y empataron a 2-2, últimos minutos mediantes con una mano clara de Jovic y una ocasión clarísima que se fue al limbo de Óscar Rodríguez que hubieran podido dar la permanencia.
Aquel año, el Lega no lo consiguió y, aunque no dependía de sí mismo el destino le dio la posibilidad de que con un gol se quedaba en Primera. El sábado todo pasará por Butarque y Cornellá. Este sábado (18:00) no solo dependerá del Leganés también de Las Palmas. El feudo pepinero vivió el año pasado un gran ascenso y este puede padecer un descenso, pero lo seguro es que el Lega pondrá toda su alma y junto a su gente vivirá el último aliento de la temporada.
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