La incredulidad recorrió la sala de prensa cuando, nada más comenzar su exposición, Diego Martínez hizo un breve resumen de lo sucedido en el terreno de juego: "Estuvimos bien hasta el gol". Una frase que resume los últimos meses del entrenador y del equipo. No solo en lo futbolístico, sino en un mensaje vacío y que lleva mucho tiempo sin calar. Y es que ese gol del que habla el técnico llegó en el minuto seis de partido.
Un espacio de tiempo en el que a Las Palmas le dio tiempo para una jugada individual de Alberto Moleiro y poco más. El Diego Martínez de sala de prensa se evaporó con la racha de resultados. Es cierto que a principios de 2025 tenía claridad en sus palabras e incluso su mensaje llegaba al vestuario y a la afición. Pero con el paso del tiempo y de las derrotas, Martínez se ha ido quedando sin argumentos futbolísticos y dialécticos.
El ocaso
Estar bien hasta el gol significa seis minutos de fútbol. Una situación que no deja en buen lugar al entrenador ni a sus jugadores. Verbalizarlo, simplemente, ha sido la confirmación del ocaso de una temporada para analizar desde la raíz. Y en ese análisis debe estar la figura del entrenador. Martínez ha llegado al final del camino sin gasolina en una temporada que se está haciendo demasiado larga. Tan larga como los 100 minutos restantes en los que, según Martínez, la UD no estuvo bien ante el Leganés.
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