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El Huesca ha dejado de ser la revelación de Segunda para convertirse en una realidad y en un serio candidato al ascenso a Primera división. Eso sí, los oscenses mantienen su discurso de asegurar la permanencia y alcanzar los 50 puntos... aunque tal objetivo ya no se sostiene. Tras ganar en el Nuevo Arcángel, primera remontada a domicilio incluida, se han situado en la segunda plaza con 46 puntos y ya están a solo tres de igualar su puntuación de todo el curso pasado cuando aún faltan 15 jornadas todavía.
Por tanto, a estas alturas el objetivo es radicalmente otro, aunque dentro del club prefieren ir con cautela: "Tenemos que seguir siendo humildes y continuar trabajando como hasta ahora. Debemos estar tranquilos y disfrutar del camino". Estas fueron las palabras recientes de Antonio Hidalgo, entrenador y uno de los artífices de este milagro en el que se ha transformado el Huesca, que no olvidemos es el presupuesto más bajo de la División de Plata.
Tenemos que seguir siendo humildes, continuar trabajando como hasta ahora, estar tranquilos y disfrutar del camino
El otro gran nombre es su director deportivo, Ángel Martín González, que está realizando un trabajo excepcional. No es la primera vez que hace virguerías con un presupuesto tan limitado. En 2014, cuando el Real Zaragoza estuvo a punto de desaparecer aquel verano y fue comprado por la Fundación 2032, construyó una gran plantilla en pocas semanas y fue el año que más cerca estuvo de lograr volver a la máxima categoría. Se quedó a siete minutos en aquella final contra Las Palmas.
Y es el cuarto equipo con menos abonados
Ahora ha vuelto a obrar un milagro y está haciendo soñar a toda Huesca, pese a ser el cuarto equipo de la categoría que menos abonados tiene. Martín González le dio las armas a Antonio Hidalgo y el entrenador está sacando todo el rendimiento al equipo. Jugadores como Soko, Enrich, Javi Hernández, Blasco, Loureiro, Pulido, Villarrasa, Kortajarena y compañía están brillando cada semana. Además, el técnico de Granollers tiene a todos los jugadores enchufados, titulares y suplentes. Tanto es así que solo han necesitado un refuerzo invernal, Moi Delgado, porque no hacía falta más. El trabajo bien hecho durante el verano ha permitido afrontar y vivir un mercado de enero muy relajado.
El Huesca vive su mejor momento de la temporada con 11 jornadas consecutivas sin perder, con un balance de ocho victorias y tres empates. La solidez defensiva ha sido clave para esta impresionante racha. Si el domingo no caen contra el Granada igualarán su récord invicto en Segunda. Después tendrían la opción de superar sus registros. El sueño imposible cada vez parece más posible. Un Huesca para ilusionarse con todo. Un milagro que puede culminar en Primera.
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