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Sergio Ramos (Monterrey) es el último 'galáctico' con pasado en el Real Madrid que ha desembarcado en México... pero no el único. José Martínez 'Pirri' (Puebla) abrió una ruta que, a mediados de los 90, retomaron Butragueño, Míchel, Hugo Sánchez y Martín Vázquez.
Los cuatro ficharon por el Atlético... Celaya. 'El Buitre', que apenas jugó 171 minutos en la Liga ganada por el Real Madrid con Valdano, fue el primero en 'cruzar el charco'. Lo hizo en el verano de 1995.
"Iba para un año... y me quedé tres"
“Mi idea inicial era jugar en Japón. No quería jugar en ningún equipo de Europa porque el destino es muy caprichoso. De pronto te puede tocar jugar contra el Real Madrid en el Bernabéu y no quería que eso sucediera”, recuerda el ahora Director de Relaciones Institucionales del Real Madrid en un reportaje con 'FOX'.
No quería jugar en Europa porque te podía tocar jugar contra el Real Madrid en el Bernabéu y no quería que eso sucediera
Un equipo recién ascendido a la Primera división mexicanadespués de 34 años de ausencia cambió su 'hoja de ruta'. "Yo no tenía móvil y el gerente del Real Madrid me llamó para decirme que había un equipo mexicano que quería hablar conmigo. Inmediatamente pensé en América o Cruz Azul. Por respeto dije 'déselo'. Por entonces no sabía nada de Celaya, pero en pocos días se aceleró todo. Iba para un año... y me quedé tres", subraya Butragueño, que ya había dejado su sello en México con sus cuatro goles a Dinamarca (1-5) en Querétaro, a apenas 50 kilómetros de distancia de Celaya, en el Mundial'86.
"El hecho de que estudie la oferta ya es alentador. Emilio es un personaje histórico dentro del fútbol mexicano y daremos todo el dinero que sea necesario para que juegue en nuestro equipo la próxima temporada. Su fichaje sería una forma de avanzar, con un solo paso, lo que normalmente nos lleva 10", se aventuró a decir el asturiano Enrique Fernández, por entonces vicepresidente del Celaya, que fue refundado en 2003 y milita ahora en la Segunda división del fútbol mexicano.
Dicho y hecho. 'El Buitre' fue recibido por 25.000 aficionados, como si de un 'Jefe de Estado' se tratara. "Es el fichaje más importante del fútbol mexicano en los últimos 20 años", presumía Gustavo Hernández, entonces presidente del Atlético Celaya. "Cuando dijimos que venía Emilio Butragueño nadie nos creyó. Nadie en la historia del fútbol mexicano tuvo un recibimiento como Emilio. Un futbolista del Real Madrid jugando en una pequeña ciudad del bajío. Fue espectacular", asegura Miguel Ángel Fernández, hijo del mencionado Enrique Fernández.
Cuando dijimos que venía Butragueño nadie nos creyó. Un futbolista del Madrid en una pequeña ciudad del bajío...
"Fue algo parecido a lo de Maradona en Nápoles, un club recién ascendido ficha a una figura mundial. Butragueño era como Cristiano Ronaldo o Messi. Le conocían en todo el mundo”, ahonda Roberto Antolín, que, en 2019,estrenó un documental sobre 'La Quinta del Buitre'.
"Me ha sorprendido. Cuando lo vi en la prensa creía que era una broma, pero al final se ha decidido. Habrá que hacerse socio del Celaya", comentaba Míchel, todavía, por entonces, en las filas del Real Madrid. "Aconsejé su fichaje al Atlante, pero desatendieron mi consejo", se lamentaba Hugo Sánchez.
"Me ha sorprendido. Cuando lo vi en la prensa creía que era una broma
El campeón sin corona
Butragueño aterrizó en México con un suculento contrato para la época: 120 millones de pesetas (0,72 millones de euros) por temporada, una casa y dos coches. Se encontró, sin embargo, con unas 'comodidades' muy distintas a las que existían en la 'Casa Blanca', empezando por el estadio Miguel Alemán Valdés, que no cumplía con las exigencias mínimas para jugar en Primera y fue remodelado gracias, en parte, a una colecta popular sufragada por los propios aficionados.
"En los primeros entrenamientos no teníamos campo propio para entrenar", rememora el 'Caballero de la cancha', como le bautizaron nada más aterrizar en México. "Fue un cambio radical porque pasamos de jugar en el Real Madrid a tenernos que lavar la ropa porque en Celaya, en ese momento, no había instalaciones para cambiarnos. Salíamos vestidos de casa. Era divertido, debíamos habernos tomado una foto", rememora Míchel, llegado un año más tarde, con su habitual sorna a 'Mediotiempo'.
Fue un cambio radical porque pasamos de jugar en el Real Madrid a tenernos que lavar la ropa porque en Celaya
De inmediato se desató la 'Buitremanía'. "El Celaya, en el primer año de Emilio, se convirtió en el equipo que más camisetas vendió del fútbol mexicano, la gran mayoría con el '7'.Hubo un partido en el que, no sé por qué, no apareció su camiseta y tuvimos que salir fuera del estadio a comprar una 'pirata' en la reventa. Era muy curioso porque era la única que no tenía nombre. No deja de ser una anécdota, pero parece increíble que esto le pase a un equipo profesional", revela Miguel Ángel Fernández.
En lo futbolístico, se generó, también, una ilusión desmedida. "Éramos candidatos al descenso, pero desde el principio noté que podía ser un gran año. Sufrimos hasta Navidades, pero en la segunda vuelta el equipo fue creciendo, el estadio pasó a tener capacidad para 30.000 espectadores y el equipo se hizo muy fuerte en casa", detalla Butragueño.
Éramos candidatos al descenso, pero desde el principio noté que podía ser un gran año
Y tan fuerte... El Celaya, recién ascendido, fue escalando posiciones hasta acabar cuarto la Liga regular. Ya en 'playoffs', se coló en la gran final, contra todo pronóstico, después de cargarse a Monterrey en cuartos y a Veracruz en semis.
"El Necaxa es favorito indiscutible, pero, después de llegar hasta aquí, debemos ser optimistas. Si no, mejor quedarse en casa.Nos vamos a dejar la piel", advertía el otrora '7' del Real Madrid antes de la finalísima que, por cierto, se vio en España a través de Antena 3.
El título, tras el 1-1 de la ida en Celaya, se decidiría en el Azteca ante 120.000 espectadores, 40.000 llegados de Celaya, muchos de ellos ataviados con banderas de España y del Real Madrid. "Esto es un papelón. Se ha desplazado casi toda la ciudad al completo y queremos darle a esta gente la mayor alegría de su vida", insistía Butragueño.
Desgraciadamente, no pudo ser. El Necaxa de Aguinaga, García Aspe, Luis Hernández... se proclamó campeón tras un nuevo empate (0-0) gracias a haber quedado mejor clasificado (2º vs. 4º) en la Liga regular. De ahí que, automáticamente, se bautizara al Celaya como el 'campeón sin corona'. "Nosotros hemos puesto el fútbol y ellos se llevan la copa", manifestó Enrique Fernández, que exigió un cambio de normativa en caso de empate.
"Así es el fútbol y así son las reglas. Hemos estado muy cerca y es una lástima que no lo hayamos conseguido, pero tenemos que aceptarlo", se lamentaba Butragueño, que pudo romper las tablas en el 85' con un cabezazo que salió rozando el poste.
Así es el fútbol y así son las reglas. Hemos estado muy cerca y es una lástima que no lo hayamos conseguido
Hubiera sido la 'guinda' del pastel en lo colectivo... y en lo individual. "He tenido la suerte de jugar mucho tiempo en el Real Madrid, pero aquel año en Celaya fue muy especial, maravilloso", insiste 'El Buitre', que cerró el curso con 16 goles.
Llegan los 'cuates': Míchel y Hugo Sánchez
El subcampeonato conquistado con Butragueño disparó los deseos de grandeza del Atlético Celaya, que, ese mismo verano, cerró otros dos refuerzos de lujo con 'ADN Real Madrid': Míchel y Hugo Sánchez. Trató de incorporar, también, sin éxito, a Miquel Soler.
"Tuve ofertas muy importantes en lo económico y en lo deportivo de otros clubes, pero decidí venir a México por la amistad que me une a Butragueño. Podemos lograr cosas importantes juntos. Esta aventura es un reto para mí y no quiero defraudar a los que han confiado en mi fichaje", señalaba José Miguel González Martín del Campo.
Tuve ofertas importantes, pero decidí venir a México por la amistad que me une a Emilio. Podemos lograr cosas importantes juntos
"En el Madrid no éramos amigos, pero eso cambió cuando Emilio nos llamó a Míchel y a mí para que fuéramos a retirarnos al Celaya junto a él. Allí fue cuando realmente nos hicimos amigos. Muy amigos", reconocía Hugo Sánchez a 'El Mundo'.
"He firmado por una temporada, pero, si somos campeones, renovaré por 15 más", bromeaba Míchel a su llegada. Los resultados, sin embargo, no acompañaron: el Celaya acabó antepenúltimo el Torneo de Invierno y penúltimo en el de verano.
Hugo Sánchez, lastrado por las lesiones, apenas pudo aportar dos goles -los mismos que Butragueño- en 13 partidos. La diestra de Míchel, en cambio, brilló con luz propia: marcó nueve dianas y repartió 10 asistencias.
El '8' no cambió de opinión... a pesar de su buen rendimiento. tanto Hugo como Míchel, optaron por colgar las botas finalizada la temporada. Dijeron adiós ante su afición con un 0-0 ante Atlante y con lágrimas en los ojos. "Ha sido una grata sorpresa esta despedida, muy emocionante. En estos 10 meses he recibido un trato inimaginable. Ha sido una experiencia realmente valiosa", aseguró el extécnico de Getafe, Sevilla, Olympiacos, Pumas, Olympique Marsella y Rayo, entre otros.
Ha sido una grata sorpresa esta despedida. En estos 10 meses he recibido un trato inimaginable
"El tiempo pasa muy rápido, pero he disfrutado mucho como futbolista. No es un adiós definitivo al Celaya porque no descarto volver dentro de unos años en otra faceta", manifestó 'El Manito'.
Míchel, de jugar de portero... a acabar (casi) de entrenador
El ahora entrenador de Al Qadsiah vivió escenas surrealistas en México. La primera, por orden cronológico, se produjo el 23 de noviembre de 1996. El Atlético Celaya perdió con Santos Laguna (0-2)... ¡¡¡con Míchel de portero!!!
Sí, como lo leen. Las expulsiones de Homero Pasallo (portero titular) en el 30' y de Adrián Chávez (suplente) en el 63' obligaron a que el exmediocampista del Real Madrid jugara bajo palos desde el 65'. No era la primera vez que lo hacía. En la victoria en Liga ante el Tenerife (2-1), temporada 1991-92, ya se enfundó los guantes tras ver la roja Buyo en el 89'.
El 'suplicio', en el Real Madrid, duró poco más de un minuto. Esta vez tenía (casi) media hora por delante. Es cierto que encajó dos goles, pero detuvo cinco disparos y dejó, sobre todo, dos acciones para el recuerdo. Salvó un mano a mano y terminó el partido en 'plan Chilavert': lanzando una falta que se estrelló en la barrera.
La crisis del Celaya, que llegó a ser colista tras caer 4-0 con el América, provocó otra situación insólita. La dimisión de Eduardo Solari provocó que Enrique Fernández sondeara a Míchel -meses atrás habían tanteado a Luis Aragonés- sobre la posibilidad de ejercer de entrenador-jugador.
"De momento no he recibido ninguna proposición al respecto, a pesar de los rumores que circulan por aquí. De todas formas, lo que tengo claro es que mis opciones de entrenar al Celaya son del -7 por ciento. Yo vine aquí a jugar, no a entrenar, por lo que, si me lo propone, mi respuesta será negativa", aseguraba Míchel a MARCA. Curiosamente, 22 años después, terminaría regresando a México para entrenar a Pumas.
Mis opciones de entrenar al Celaya son del -7 por ciento. Yo vine aquí a jugar, no a entrenar
Dos partidos... contra el Real Madrid
La presencia y el tirón de Butragueño provocó que el Atlético Celaya viajara a de pretemporada a España y que jugara dos amistosos... ¡¡¡contra el Real Madrid!!!
En la primera, con motivo del trofeo Ciudad de Alicante, el cuadro blanco se impuso (2-1) con goles de Fernando Morán y Freddy Rincón el 10 de octubre de 1995. Zico -no confundir con el mítico brasileño- adelantó a los mexicanos de falta. "El Buitre' sigue manteniendo intactas sus dotes de gran pasador y el público de alicante le animó en todo momento", reflejaba la crónica de MARCA.
El segundo se jugó un año más tarde, el 20 de agosto de 1996, ya con Míchel en las filas del Celaya. "Me siento bastante extraño al venir a España y jugar con otra camiseta distinta a la del Real Madrid", reconocía el '8'. "Al principio estaba un poco preocupado por Míchel. Siempre cuesta adaptarse, pero se ha ganado muy pronto a la gente", apuntaba el '7'.
El Real Madrid volvió a ganar (3-0) con goles de Guti (2) y Álvaro, pero el protagonista terminó siendo Fernando Redondo, que volvía tras dos meses K.O. La cruz, en cambio, fue para Butragueño, que tuvo que ser sustituido en el descanso con una rotura de fibras.
Llega Martín Vázquez y se salvan... ¡¡¡frente a Pardeza!!!
El Celaya perdió un integrante de 'La Quinta' (Míchel), pero lo sustituyó por otro en enero de 1998: Rafa Martín Vázquez. "Va a ser muy especial poder jugar otra vez al lado de Emilio. Es curioso que tres jugadores de 'La Quinta' hayamos jugado en el Celayay que otro, Pardeza, esté en el Puebla. La vida te sorprende. Nunca sabes lo que te va a deparar el futuro", reconocía a MARCA. Una frase que, a la postre, resultó premonitoria.
"Surgió la posibilidad de ir a México a través de Emilio y jugué el torneo Clausura, de enero a abril. Me sorprendió la calidad de los jugadores, la altura de la hierba, el calor, las diferencias de jugar de una ciudad a otra por la altitud... Al principio me costó adaptarme y tuve unos dolores de cabeza increíbles, pero fue una experiencia muy positiva", valoraba Martín Vázquez en 'Record'.
Al principio me costó adaptarme y tuve unos dolores de cabeza increíbles, pero fue una experiencia muy positiva
El Celaya, pese a contar en sus filas con Butragueño, Martín Vázquez y el exsevillista Rafa Paz, no consiguió 'alzar el vuelo'. Acabó penúltimo y llegó a la última jornada del denominado Torneo de Verano jugándose el descenso. El destino quiso que su rival fuera el Puebla de Carlos Muñoz, 'El Paquete' Higuera y Pardeza, que también podía perder la categoría.
El 'morbo' del que sería el último partido del 'Buitre' como profesional era aún mayor. El sistema de promedios con el que se calculaban los descensos en México propiciaba que un empate salvara a Celaya y Puebla y condenase al Veracruz... de José Mari Bakero. 'Aquí hay tomate', tituló MARCA.
¿Adivinan el resultado? 0-0. "El Celaya salió a ganar y, afortunadamente, ambos nos hemos salvado", manifestó Carlos. "Ha sido un año intenso que me ha tenido muy involucrado en la suerte del equipo hasta el último día. Hemos pasado malos tiempos, con diez partidos sucesivos sin ganar. Me sentía en deuda con Celaya y con el club y me resultaba muy dolorosa la posibilidad de descender, pero al final hemos conseguido mantenernos en Primera", resoplaba 'El Caballero de la cancha'.
'Biscotto' o no, nada más acabar el partido, pese al feliz desenlace, Butragueño dio por hecho su adiós: "Todo tiene un principio y un y existe un 99% de posibilidades de que desde este momento, sea un exjugador".
El fin llegó el 18 de abril de 1998 con un partido homenaje que acabó con victoria del Celaya sobre Tigres (3-0) y en el que, además de Martín Vázquez y Rafa Paz, participó Míchel. "No podía faltar. Era una obligación estar aquí. Éste es un día tristemente histórico", afirmó el '8' mientras 'El Buitre' era despedido entre banderas de España con la leyenda 'Gracias, Emilio' y 20.000 velas
Atrás quedaban 85 partidos, 29 goles y una de las historias más 'románticas' del fútbol mexicano. "En México fui feliz en el sentido amplio de la palabra. Me sentí como en casa. Desde el punto de vista familiar, probablemente, fueron los tres mejores años de mi vida. No pensaba, de verdad, que me iba a ir tan bien". Y es que la sombra de 'El Buitre' sigue planeando sobre Celaya.
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