Semana dulce la que se vive en el Elche tras la victoria en Cádiz. Por mantener el liderato por tercera semana consecutiva y por el estado de euforia que se ha desatado en el entorno. Los franjiverdes se distancian a seis puntos del Racing de Santander, tercer clasificado. Una brecha considerable, teniendo en cuenta la igualdad de los últimos meses en la categoría, que hace vislumbrar el ascenso a Primera división.
Los registros en la clasificación son fruto del buen trabajo que lleva haciendo el equipo dirigido por Eder Sarabia desde su llegada al banquillo. Pero ese salto cualitativo se ha producido tras la mejora del equipo en la asignatura pendiente que arrastraba toda la temporada: los partidos lejos del Martínez Valero.
En casa es indudable la gran jerarquía que tiene el Elche, donde arrastra diez victorias seguidas que le convierten en el mejor local de Segunda. Pero fuera de casa estaba fallando. Hasta la visita a Córdoba a finales de marzo, el equipo franjiverde no había ganado lejos del Martínez Valero en todo el 2025. Así las cosas, las victorias en tierras cordobesas (1-2) y en Cádiz el pasado sábado (0-1) han dispersado las dudas que podía haber en el rendimiento en este tramo final.
Dos victorias que son oro puro, sustentadas, entre otros factores, en la implicación de toda la plantilla, ya que el técnico bilbaíno ha introducido numerosas rotaciones en sus onces iniciales. El equipo cree en el mensaje de Eder Sarabia, eso se plasma en el juego y en los resultados.
Siete jornadas restan para saber el desenlace de la temporada. Y en cuatro tendrán que jugar a domicilio. Tras el choque del próximo domingo ante el Albacete, el Elche visitará de manera consecutiva Granada y Burgos. En la antepenúltima jornada viajará a Huesca y cerrará la Liga en Riazor ante el Dépor. Cuatro salidas de gran exigencia, donde si siguen sustentando el fortín franjiverde, un par de victorias podría garantizar el regreso a Primera división dos años después de perder la categoría.
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