El PSG jugó su partido (y muy bien jugado). Los parisinos tienen un pie en la final. No está todo decidido, pero un gol de Dembélé al principio del choque decidió un encuentro en el que el Arsenal tuvo dominio, mas no gol. Y así es imposible ganar la Champions. Imposible.
No por nada Mikel Arteta, el 'gurú gunner', está buscando un delantero que le dé goles (ganadores) de cara al año próximo. Martinelli y Trossard tuvieron tres claras para un equipo, el Arsenal, que mereció más, pero al que le penalizó lo de siempre: la falta de gol. ¿Son Martinelli y Trossard top mundiales? No. Pues eso.
Todo lo definió el gol de Dembélé en el minuto 4. Timber se 'hundió' demasiado, Rice también... no tapó a Dembélé y el 10, que lleva una temporada excelsa a todo nivel, puso en ventaja al PSG. Los parisinos abrían la 'lata' pronto ante la segunda mejor defensa (tras el Inter) de la Champions (sólo siete goles antes de hoy).
El Arsenal quería dominar el balón, pero no encontraba los espacios. Y aquí entran dos actores: el primero, Luis Enrique, autor de un equipo de autor en defensa y en ataque. Sus chicos tapaban todos los espacios, por dentro y fuera, con un Vitinha que manejaba el partido, en todos los sentidos, como si fuera Johan Cruyff. ¡Qué 'player'!
El PSG tuvo el 0-2... pero luego el Arsenal empezó a ser un equipo dominante, como le gusta a Arteta. Los citados Trossard y Martinelli tuvieron el empate, pero también demostraron que este equipo, si quiere ser campeón, debe manejar arriba jugadores más determinantes, aunque, claro, hay que considerar las bajas de este 'equipo B' (Havertz, Gabriel, Gabriel Jesus (suplente), Calafiori...).
El árbitro, Vincic, mientras, jugaba a favor del resultado del PSG, parando demasiado el partido (parecía del CTA español) y sacándole una amarilla a Saka que parecía balón 'limpio' para el inglés. Desesperante, sin ser decisivo. Mal Vincic.
Y llegó la segunda parte, con todo de cara para el PSG. Pero el Arsenal no se inmutaba. Seguía su dominio, sin mucho que concederle al PSG atrás. Así llegaron las nuevas ocasiones: gol anulado a Mikel Merino, en una típica jugada rematada de cabeza; mano a mano de Trossard (¡ay Trossard!) en la más clara de la segunda parte... y pocas claras más. Había dominio, pero poco espacio al gol.
Y así se diluyó el partido. Barcola falló el 0-2, pero parecía 'offside'. Ramos también lo tuvo, y se fue al larguero. En esos últimos 10 minutos, el PSG sí tuvo más espacios, y pudo haber sentenciado la eliminatoria, que tiene bastante favorable 'anyway'.
Un 'offside' en el que se queda el Arsenal de cara a un cita parisina que parece decantada para los locales. París espera ratificar lo que podría ser su segunda final de la historia. ¡Olé por Luis Enrique!
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