Rubén Quintanilla ayudará al Burgos a mantener la categoría hasta final de temporada. El centrocampista catalán llega cedido por el Almería en busca de minutos. El refuerzo en la medular era obligatorio desde el 5 de octubre, día en el que se lesiona de gravedad Kevin Appin, uno de los máximos exponentes del, por entonces, equipo de Jon Pérez Bolo.
Casi cuatro meses después, llega el que se cree que va a ser el primer fichaje para ayudar en un centro del campo completamente despoblado. Se espera uno más en esa posición, pero lo cierto es que restan unas horas para poder cerrar lo que tenga que venir. Además de otro centrocampista, se ha de cerrar, como mínimo, un central más, ya que Ignasi Miquel, que lo tenía prácticamente hecho con el Burgos, ha terminado recalando en el Levante de Calero.
Rubén Quintanilla es un mediocentro de perfil defensivo, pero con capacidad para sacar el balón jugado. Abarca mucho campo y no suele liarse en la toma de decisiones, optando siempre por la sencillez. Llegó a debutar con el Mallorca en Primera división y, ahora, vestía la casaca del Almería, alternando filial con primer equipo. En tierras andaluzas ven al chaval con una gran proyección y, por eso, no han dudado en renovarle antes de la cesión.
Sin duda, aportará en una parcela que está muy debilitada desde la lesión de Appin, con tan solo Atienza e Iván Morante como opciones del primer equipo para esas dos posiciones, aunque Marcelo Expósito (con ficha del filial), viene aportando durante toda la temporada.
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