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Barça y De Jong: un pulso al rojo vivo

Las dos suplencias consecutivas del neerlandés abren de nuevo el debate sobre su futuro

Las dos suplencias consecutivas del neerlandés abren de nuevo el debate sobre su futuro.
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Frenkie de Jong llevaba ocho minutos en el césped del Villamarín. Pisó por detrás a Vitor Roque, la acción acabó en penalti y el Betis empató el partido. La jugada marcó al neerlandés porque Hansi Flick decidió no darle un minuto en los dos siguientes partidos frente al Leganés y el Atlético de Madrid. El alemán no ha contado con él en dos choques en los que la situación era muy comprometida y todo hacía pensar que saldría como revulsivo para dar más fuerza al centro del campo.

Pero no, Flick no lo consideró oportuno y optó por otros jugadores con muchos menos galones. Tampoco se le puede reprochar mucho al técnico porque De Jong no está teniendo una buena temporada. Es cierto que no ha vivido un año fácil por las continuas lesiones que ha sufrido en el mismo tobillo, pero su evolución en las últimas semanas no ha ido a más como se esperaba de él. Porque el neerlandés volvió al equipo el primero de octubre. Es decir, lleva ya dos meses de vuelta.

Conversación entre Muñiz Ruiz y el VAR en el penalti de Frenkie de Jong sobre  Vitor Roque en el Betis - Barcelona.

Además del error en el penalti de Sevilla, De Jong también ha estado flojo en otras acciones defensivas en otros partidos que costaron puntos al equipo. Sin embargo, sus suplencias no se pueden limitar al análisis deportivo. Estas llegan cuando el jugador está en un proceso de renovación de su contrato. El club filtró la pasada semana que las conversaciones para la continuidad del jugador van bien. Sin embargo, parece más optimismo que realidad. Entre las dos partes se ha establecido un pulso que puede ser preocupante.

Controlar la negociación

La cuestión es quién cogerá la sartén por el mango en la negociación y parece claro que si De Jong no juega no la va a tener. Deberá pensar qué hace en el futuro porque si la opción del banquillo empieza a repetirse con asiduidad su caché va a bajar. Y él no está por la labor de renovar por la misma ficha que recibe en estos momentos. En el club tienen claro que la idea del centrocampista sería marcharse en junio de 2026 cuando acaba su contrato y fichar por otro equipo con total libertad.

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Renovación o venta

Y el Barcelona no puede permitirse ese lujo. La Dirección Deportiva quiere que renueve en los términos que le han planteado. Es decir, cobrando lo mismo que ahora. Y si no quiere seguir, ha tardado mucho en responder a la oferta, ponerle en el mercado y venderle. Si no hay otra opción a una venta, cuanto antes sea esta mejor porque así sacarán más dinero, aunque el principal objetivo es ahorrarse la enorme ficha que cobra el jugador. Flick tiene en su mano alinear a Frenkie cuando considere oportuno. Y si no va a seguir en el Barcelona igual no le tiene tanto en cuenta. Es una forma de apretar.

Solución compleja

Una situación muy complicada la de De Jong. Hasta ahora, era una cuestión exclusivamente contractual. Sin embargo, con estas dos sorprendentes suplencias de manera consecutiva, el problema también comienza a ser deportivo. Un cóctel peligroso. La solución no se antoja fácil porque las dos partes llevan ya dos años de desconfianza mutua. Justo desde que el club le quiso poner en el mercado acogotado por la ausencia de Fair Play. Habrá que ver qué pasa al regreso de las vacaciones por no debe pasar mucho tiempo antes de que se tengan que tomar decisiones.

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