Con el nombre de la alemana Emma Aicher como reina del fin de semana de la velocidad en Kvitfjell, la pista noruega cerraba con el Súpergigante. Tras ver recrudecerse la enorme pelea por el globo del Descenso, la lucha por el del Súper-G afrontaba el antepenúltimo escalón. Lo hacía con Lara Gut con el peto rojo (385 puntos), por los 310 de Federica Brignone. Y de la mañana noruega sale la clasificación aún más apretada. Porque Brignone, en el mejor momento de su carrera, puso su cuenta de victorias en la Copa del Mundo en 35. Segunda fue Lara Gut y tercera Sofia Goggia.
Con solo dos pruebas restantes (La Thuile y las finales de Sun Valley), la clasificación del Súper-G queda liderada por Lara Gut, con 465 puntos, solo 55 más que Federica Brignone. Goggia ocupa la tercera posición, a 159 puntos de la suiza. En la clasificación general, Federica ve cada vez más cerca su segundo Globo de Cristal. Con 1.194 puntos, mantiene a sus espaldas a las mismas dos rivales: a 251 puntos de la suiza y a 423 de la bergamasca.
Marta Bassino fue la encargada de abrir el Súper-G. Irreconocible durante toda la temporada, la esquiadora de Cuneo ni siquiera logró llegar a la meta. La gran revelación del fin de semana, la alemana Emma Aicher, fue la cuarta en lanzarse, pero, tras brillar en los Descensos del viernes y sábado, quedó fuera de la carrera. De las cuatro primeras competidoras, dos quedaron eliminadas, y Michelle Gisin terminó con un tiempo más de seis segundos por encima de la única que bajó con normalidad: la austriaca Ariane Raedler (1:31.46).
La mañana la puso patas arriba la líder de la clasificación general: Fede Brignone. La milanesa destrozó los tiempos que eran referencia y presentó una seria candidatura a la victoria. En la temporada de su vida, a sus 34 años, Federica bajó como un cohete a pesar de un par de sustos. Era una bajada que lo tenía todo para poner su cuenta de triunfos en 35 y la octava de esta campaña, una cifra que ya con una menos era la mejor de su carrera.
La llegada a meta de Cornelia Hütter quitaba una rival a la milanesa. Pero quedaban Goggia y Gut. Sofia, con el riesgo inherente a su manera de esquiar, lo entregó todo, pero se quedó a 0.09 de Federica. Con todo a su favor, fue en la parte que en teoría debía rematar su gran descenso en la que se le escapó la posibilidad de ganar. En ese momento, todo el podio era italiano: Brignone-Goggia-Curtoni. Sin embargo, eso duró poco, porque la austriaca Venier asaltó la tercera posición.
La opción de un doblete italiano estuvo en peligro con la checa Ledecka, pero, de las tres primeras, solo logró superar a Venier. Brignone y Goggia seguían en cabeza. Entonces llegó el turno de Lara Gut, la portadora del peto rojo. La suiza cometió dos errores importantes a mitad de bajada, pero logró recuperar terreno de manera espectacular y rompió el dominio italiano. Solo 0.06 segundos la separaron de Brignone. No pudo llevarse la victoria, pero defendió con uñas y dientes su liderato en el Súper-G.
Se abría entonces la puerta a posibles sorpresas. Hubo bajadas extraordinarias, como la de la neozelandesa Alice Robinson. La kiwi de las nieves amenazó con colarse en el podio, pero se quedó a solo 13 centésimas de Goggia, para asombro de una Brignone que sabía que aún quedaban sorpresas por delante. Sin embargo, nadie pudo arrebatarle la primera plaza a Federica, quien logró una victoria que alarga su leyenda y la convierte en la ganadora más veterana de la Copa del Mundo. Ahora, esa marca está en 34 años, siete meses y 16 días. Que nadie apueste a que esa frontera se quede ahí.
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