Mientras en España sigue el (lento) despliegue de las Zonas de Bajas Emisiones (las, digamos, zonas medioambientalmente protegidas de las ciudades mediantes restricciones del tráfico de coches) en el país vecino, Francia, se ha dado el paso definitivo para su eliminación definitiva.
Los parlamentarios galos están trabajando en un proyecto de ley sobre la simplificación de la vida económica, dentro del cual se recoge el debate sobre la existencia o no de las ZBE (que en Francia se denominan ZFE, Zones à faibles émissions mobilité). De hecho, son más antiguas que las españolas ya que se empezaron a aplicar en 2018, aunque desplegandose de forma gradual porque desde el inicio generó controversia entre los afectados.
Todos unidos contra las ZBE galas
El debate ha unido a todas las facciones políticas... salvo el gobierno. Los partidos de ultraderecha, conservadores y la izquierda radical votaron en la Asamblea Nacional a favor de derogar las ZFE, frente a la propuesta continuista del gobierno francés (98 votos contra 51). Su responsable de Ecología, Agnès Panier Runacher, sabedora de que tenia la votación perdida, intentó que se mantuvieran, al menos, las de París y Lyon... pero fue también rechazada.
El argumento que esgrimía el ejecutivo galo es el ecológico: "La calidad del aire está, cada año, detrás de decenas de miles de muertes precoces, de enfermedades graves y de patologías en los niños, especialmente entre los más desfavorecidos. El sentido de las ZFE es el derecho a vivir en condiciones saludables".
Derogadas por insolidarias
El movimiento anti ZBE ha sido liderado por la ultraderecha de Marine Le Pen y las asociaciones de automovilistas ses. El argumento fundamental por el que están en contra es por 'insolidarias'. Los opositores consideran que resultan excluyentes para las clases populares, las que no tienen los recursos económicos suficientes para contar un vehículo eléctrico, más caro que los de combustión.
"Esto no es una derrota contra la ecología, sino contra la ecología punitiva, y para todos aquellos que quieren atacar sistemáticamente a los ses", explicaban desde el RN, el partido de Le Pen, que consideraba "un sistema injusto" el de las etiquetas sas, denominadas Crit'Air, que promocionaba a los vehículos "supuestamente limpios", argumentaban los grupos opositores.
Con la supresión de las ZBE sas se abre ahora la incógnita de qué pasará con las restricciones a la circulación, ya que la derogación no ha venido acompañada de una solución alternativa.
