Xabi Alonso arranca una nueva era, complicada contra un Barça mejor hoy por hoy, pero con mimbres para darle otra vez la vuelta a la tortilla. Y de paso terminar con la maldición de los técnicos españoles en la Casa Blanca, donde no triunfan, por ser suaves, desde Vicente del Bosque, que se marchó en 2003 con dos Copas de Europa. Y van seis seguidos que han desfilado a toda prisa.
Desde entonces ni Camacho ni Rafa Benítez ni Lopetegui, que venían en proyecto largo, ni García Remón ni López Caro ni Juande Ramos (interinos al fin y al cabo) lograron triunfar en Concha Espina. De hecho, ninguno llegó a un año. Algunos ni medio. Ninguno logró título alguno. ¿Qué ocurre?
Los españoles en el Real Madrid en este siglo
Días en el cargo
- Vicente del Bosque (1999-2003) 1.314 días (7 títulos)
José Antonio Camacho (mayo 2004-septiembre 2004) 117 días (0 títulos)
Mariano García Remón (septiembre 2004-diciembre 2004) 101 días (0 títulos)
Juan Ramón López Caro (diciembre 2005-junio 2006) 207 días (0 títulos)
Juande Ramos (diciembre 2008-junio 2009) 174 días (0 títulos)
Rafa Benítez (junio de 2015-enero 2016) 215 días (0 títulos)
Julen Lopetegui (junio 2018-octubre 2018) 137 días (0 títulos)
Xavi es listo, ha estado dentro como jugador del Madrid, ha 'aguantado' a Benítez o Guardiola y aprendido de Ancelotti, el intervencionismo en el Bernabeú no suele funcionar, y Leverkusen no es Madrid. Sabe qué tono y que formas han triunfado y cuáles no para que haya más títulos 'extranjeros' (62) que nacionales (53).
Del Bosque fue un fichaje de Lorenzo Sanz y Florentino Pérez, al acceder al cargo, no le renovó ("en una fría cena de despedida", contó luego el salmantino) cuando finalizó contrato. Nunca hubo mucha piel entre ambos pese a los 7 títulos. Con todo, junto a Molowny, es el más laureado tras Miguel Muñoz.
Con Del Bosque, que además acababa de ganar la Liga, el presidente blanco habló de "síntomas de agotamiento. El futuro de la dirección técnica del Real Madrid tiene que tener unos componentes distintos a los que tenía hasta ahora. Se necesita otro tipo de persona, alguien más tecnificado desde el punto de vista de la estrategia y de la táctica".
En un club como el Real Madrid, el segundo puesto es un fracaso
Con un nivel tan alto de exigencia, 'normal' que Lopetegui, el último nacional, apenas durara 14 partidos en 2018. Había heredado un tricampeón de Europa sin Cristiano ni Kovacic, del que pidió que se quedara, y le ficharon a Mariano, aunque también a Courtois. Y la sombra de ZZ, al que todos en el Madrid iraban, era larga.
Encadenó cuatro derrotas, palmó 5-1 con el Barcelona, "y creemos que hay una gran desproporción entre la calidad de la plantilla, que cuenta con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha", sentenció el Madrid en su carta de despedida tras 137 días.
Lo mínimo que tengo que darle a mis jugadores cuando hay un partido es que sepan algo del rival. Por muy galácticos que sean
Julen lo ve de otra forma: "Estuvimos en un año después del Mundial y los inicios suelen ser complejos en los grandes, pero a pesar de ello fue un buen inicio. Pasamos de un partido extraordinario contra la Roma a perder cuatro partidos con infinitas ocasiones... El Madrid es el Madrid. Estábamos a 7 puntos del Barcelona en octubre cuando nos echaron... y acabaron la temporada a 19 puntos".
Otro de los más sonados fue Rafa Benítez (215 días), otro gran proyecto como era Julen, tras el primer KO de Ancelotti. Pero tampoco llegó al año, y no cuajó desde el primer día cuando titubeó sobre si Cristiano era o no el mejor del mundo, o cuando aplicó su librillo a los entrenamientos. "No hay conflictos, pero con Benítez hay poca comunicación", afirmaba Cheryshev.
A Modric solo le dije que 'en un golpeo de tres metros le das con el interior para que al compañero le llegue limpio el balón, sin efecto'. Fue solo un comentario al que sacaron punta
Atar con una cuerda física a los defensas para marcar la línea, pedir a Modric no usar el exterior, explicar a Cristiano cómo tirar faltas, obsesivo, metódico... Duró 25 partidos poco después del 0-4 del Barcelona en el Bernabéu. Allí renunció a su gran apuesta, Casemiro, que daba equilibrio, para dar entrada a James y su fantasía, renunciando a sus principios. Sea como fuere, se comió el turrón, pero no el roscón.
"Una vez a Modric le dije que 'en un golpeo de tres metros le das con el interior para que al compañero le llegue limpio el balón, sin efecto'. Ese es un comentario en un entrenamiento, pero cuando a las cosas se le quieren sacar punta, se le sacan. El único comentario que le hice a Cristiano Ronaldo, como le conocía del Manchester, es que analizamos cómo tiraba las faltas. Analizamos la trayectoria, vemos si podemos hacer algún ajuste, vimos que no y nos olvidamos del tema. Es mi única conversación con él. Todo lo demás, era mentira. Cuando tira las faltas, cuando me marcho, sus estadísticas son peores", recordó después.
"Cuando llegamos a Madrid se acababa de ir Ancelotti, que tenía una muy buena relación con los jugadores, y parecía que nosotros llegábamos con un látigo. Había un entorno desfavorable: la salida de Casillas, Keylor, la detención de Benzema... Y cuando se complica todo, ¿quién paga? Yo", asegura.
"Cristiano, sabiendo cómo era, le tenías que orientar. El problema es cuando tienes que orientar a siete, que algunos no juegan, no están contentos. Y se van a los medios a filtrar", contó años después Rafa, que triunfó de forma salvaje previamente en el Liverpool.
He visto varias veces el 2-6 para analizar qué pasó, y ocurrieron cosas raras que, como no tengo pruebas, no puedo decirlas...
Camacho, en su segunda intentona, apenas duró 6 partidos, el que menos en la historia del Madrid. "Es posible que hayan sentido que les tocaba las narices al entrenar. Yo no le toco las narices a nadie si ganamos, pero hay que ganar los partidos. Lo mínimo que tengo que darle a mis jugadores cuando hay un partido es que sepan algo del rival.Por muy galácticos que sean, les tendré que decir cómo juega el equipo contrario”, aseguró años después de su partida, tras sus 117 días en 2004. "Yo tenía tres o cuatro jugadores que fueron Balones de Oro, no que iban a ser ese año y eso es importante".
Le sustituyó 101 días Mariano García-Remón, los mismos 21 partidos que Arsenio Iglesias en 1996, pero eso ya fue el siglo pasado... Otro interino como Juan Ramón López Caro, que sufrió la eliminación con el Arsenal en 2006 y el fin de los Galácticos, dejó tras 207 partidos la frase que quizás resuma mejor la filosofía de la Casa Blanca: "En un club como el Real Madrid, el segundo puesto es un fracaso".
El último interino, Juande Ramos, que llegó con el pedigrí de su etapa en el Sevilla, al menos acabó la temporada que había empezado Luxemburgo y su inenarrable cuadrado mágico. Llegó a 14 puntos del Barcelona y lo tenía a cuatro... cuando llegó el famoso 2-6. "He visto varias veces el 2-6 para analizar qué pasó, y ocurrieron cosas raras que, como no tengo pruebas, no puedo decirlas...", dijo recientemente. Tras 174 partidos, cerró su etapa en 2009 en ese Madrid que fichaba a Faubert. Al año siguiente llegaron Cristiano, Benzema y Kaká.
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