Se rumorea que Tom Cruise será protagonista el domingo en la Ceremonía de Clausura de los JJ.OO. de París 2024... probablemente a bordo de algún vehículo. A sus 62 años, es una superestrella del cine... pero su carrera despegó mucho antes, en 1983, con una película llamada Risky Business... donde compartió protagonismo con Rebecca De Mornay... y un Porsche 928.
En sus siguientes cuatro décadas como actor se ha hecho famoso por sus escenas de acción, muchas de ellas de conducción. Pero cuando se tuvo que poner al volante de ese famoso Porsche 928 dorado con cambio manual... Tom Cruise no sabía conducir coches con esa transmisión y fue el propio productor de la película, Jon Avnet, el que le instruyó en esas 'artes'.
Al menos eso aseguran en Bonhams, la casa de subastas que va a ofrecer uno de los tres Porsche 928 que se utilizaron en el rodaje de Risky Business. El coche en cuestión, con el número de chasis 9289201213, fue el que se empleó en muchas de las escenas de conducción, entre ellas la persecución con el Cadillac DeVille que terminó en la famosa frase de Cruise "Porsche... no hay sustituto", que la marca alemana utilizaba por entonces como eslogan.
Lo más curioso es que el que luego sería protagonista de Top Gun, Misión Imposible, Nacido el 4 de julio y otros incontables éxitos de taquilla tuvo que aprender a manejar coches con cambio manual con este Porsche 928 que, por entonces, resultaba más exótico que un 911 y se asociaba más al éxito empresarial. Justo lo que encarnaba el padre del personaje al que Tom Cruise le 'tomaba prestado' el coche para sus andanzas nocturnas.
Valorado en más de un millón de dólares
La historia del coche es también bastante curiosa porque cuando terminó su trabajo como parte del rodaje de la cinta nadie se preocupó mucho por el destino de ese Porsche 928 que ahora parece tan especial.
Pasó por varias manos hasta que Lewis Johnsen, un fan de la película, se lanzó en su búsqueda y consiguió hacerse con él (su dueño por entonces no sabía del origen del vehículo que poseía) y restaurarlo. En 2021 ya se subastó -entonces en Barret-Jackson y se pagaron por él casi dos millones de dólares- y ahora vuelve a escena en el fastuoso escenario de The Quail.
Curiosamente, la estimación que Bonhams hace del precio que puede conseguir en la subasta oscila entre los 1,4 y los 1,8 millones de dólares. Aunque está muy por encima de la cotización de este modelo, está por debajo de lo que se pagó por él hace tres años. Vamos, que quien lo compró entonces hizo un 'negocio arriesgado'.
El 928, un Porsche peculiar
No sólo Tom Cruise hizo famoso al Porsche 928. También otros personajes de éxito sucumbieron a sus encantos. Es el caso de Steve Jobs, el fundador de Apple o, más en relación con el cine, el director Stanley Kubrick.
Este modelo es, digamos, peculiar dentro de la historia de Porsche por salirse de los cánones de la marca. Su motor delantero combinado con la caja de cambios y el diferencial en el eje trasero proponían una conducción muy diferente a la del 911, pero siempre con un reparto de pesos perfecto.
Estéticamente era muy reconocible por los faros escamoteables, inspirados en los del Lamborghini Miura, pero su ADN buscaba sobre todo ofrecer las cualidades de un GT de las que adolecía el 911, con más espacio y confort en el interior.
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