Volvían los finales en alto a la Vuelta y nos brindó un gran espectáculo. La Sierra de Cazorla no ha dejado a nadie indiferente y nos ha dejado una maravillosa etapa que ha confirmado lo que algunos pensaban: aún hay Vuelta y todo absolutamente puede cambiar con dos semanas aún por disputarse.
Y parte de la culpa la tiene uno de los mayores expertos en finales como el de hoy: Primoz Roglic. El líder de Bora sabía que hoy era uno de los días importantes donde podía recortar tiempo en la clasificación general y vaya si lo ha hecho, recortando 45" de una tajada.
Pese a que el protagonista final de la etapa fuera el esloveno, durante gran parte del transcurso de la etapa el protagonismo lo tuvo la fuga y, especialmente, un español. Y es que se acaban los calificativos para un Oier Lazkano que está demostrando ser uno de los ciclistas más en forma del pelotón.
Junto al colombiano Tejada fue el principal animador de una fuga donde ambos partieron la etapa, con ataques constantes, cambios de ritmo que demostraron que el español es una de las mayores joyas del ciclismo en un territorio que conoce muy bien, ya que ganó la Clásica de Jaén, provincia con la que parece tener un idilio.
Se acaban ya los calificativos para el triple campeón de la Vuelta Ciclista a España. Y es que Roglic ha demostrado que por mucha distancia que haya entre él y el liderato, nunca, nunca, nunca, se debe dar por muerto a un campeón. Y menos en una etapa como esta, con el perfil idóneo para que un ciclista de sus características saque a relucir sus mejores bazas.
Y es que el líder del Bora esperó pacientemente su turno en una de las rampas finales antes de llegar a meta. Parecía que O'Connor podía resistir el ataque final del balcánico, pero el único que pudo hacerlo fue un Enric Mas que compitio muy bien en un final súper explosivo del actual segundo clasificado, que se llevó la etapa en un combate a cara de perro.
Día muy duro para el UAE y los intereses del equipo dirigido por Pablo Matxin, especialmente para uno de los llamados a luchar por la clasificación como Joao Almeida, que llegaba muy justo de fuerzas al tramo final de la etapa y le acabó pasando factura.
El tío del mazo llega sin avisar, y lo comprobó el portugués en las rampas finales del territorio andaluz por el que pasaba la competición. Mientras Roglic reventaba por completo la etapa, a Almeida fueron las piernas las que no le dieron para más, siendo uno de los más damnificados de cara a una clasificación que se aprieta cada vez más por arriba.
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