Pogacar sigue sediento: llega la Amstel con el Cauberg clave y un puñado de rivales de altura

Tras su brillante segundo puesto en su debut en la París-Roubaix, Tadej Pogacar cambia los adoquines por las cotas para afrontar el exigente Tríptico de las Ardenas, que arranca este domingo con la 59ª edición de la Amstel Gold Race. La cita neerlandesa, marcada por sus 34 subidas y los tres pasos por el mítico Cauberg, promete un desarrollo tan sinuoso como explosivo entre Maastricht y Valkenburg.

El líder del UAE Team Emirates, que ya se impuso aquí en 2023 tras un ataque lejano, quiere repetir éxito: “Salgo de las clásicas adoquinadas con la cabeza alta. Ahora llega una semana intensa, pero confío en el equipo”, aseguró el esloveno, que estará escoltado por Wellens, Narváez, Novak y Sivakov. Solo el belga repite respecto al bloque de la París Roubaix.

Pogacar no lo tendrá fácil. En la nómina de favoritos aparecen nombres de peso como Tom Pidcock (Q36.5), vigente campeón; Remco Evenepoel (Soudal); Wout Van Aert (Visma); Ben Healy y Neilson Powless (EF); Cosnefroy (Decathlon AG2R), Madouas (Groupama), Nys (Lidl-Trek), Van Gils (Red Bull-BORA), Hirschi (Tudor) y Aranburu (Cofidis), Pello Bilbao (Bahrain) o Roger Adrià (Red Bull) como bazas españolas.

Desde su fundación en 1966, la Amstel es mucho más que una clásica. Su vínculo con la cerveza se mantiene intacto: fiestas previas, brindis en el podio y controles de alcoholemia para los coches oficiales. El campeón, como es tradición, alzará un gran vaso de cerveza tras cruzar la meta.

Otro dato para la historia

En caso de victoria, Pogacar igualaría a leyendas como Merckx, Kwiatkowski o Gasparotto, todos con dos triunfos en esta clásica que abrirá fuego en las Ardenas. Llega otra fase de las clásicas diferente y Tadej sigue con el mismo hambre y la misma sed de siempre. No quiere frenar.