De la flor de Capello al virus galctico cul 1m5i22
domingo, 10 junio 2007, 23:06
Me he dado veinticuatro horas para digerir lo del sbado. Y no me han bastado. Si un guionista, con muy mala leche, hubiera pensado un desenlace tan dramtico para la penltima jornada, no le habra salido mejor. De Oscar. El Madrid volvi a estar a merced de su rival, como tantas y tantas veces esta temporada, pero la flor de Capello´, que va camino de jardn, tap las carencias. El Barcelona sigui con su atasco, pero con polmica y el talento de Messi acarici el liderato hasta que el ltimo minuto les puso en su sitio. Ya lo hizo un Betis que est a punto de irse a Segunda y ayer lo repiti un vecino con muchas cuentas que ajustar. Y el tercero en discordia, pues eso, tercero. Nunca se crey la posibilidad de conquistar la Liga y ha perdido una ocasin histrica. Jugador de chica (UEFA y Copa), perdedor de mus (el salto de calidad que da una Liga). Que no se lo tomen a mal los sevillistas. Han hecho una temporada (y van varias) excepcional, han ganado su segunda UEFA y pueden completar la jugada con la Copa, pero les ha faltado creerse la Liga. Tanto pensar en 'asegurar' ttulos y se les ha escapado la oportunidad de hacer historia. Porque no creo que haya nadie que cambie la UEFA o la Copa, o las dos, por una Liga.
Pero volviendo a la tensin de esos 18 segundos, el Barcelona estar das y das dndole vueltas a lo que pas. Sin embargo, el problema no han sido esos instantes y esos dos goles de Van Nistelrooy y Tamudo sino el 'virus galctico' del que hablaba hace un par de meses. Han ido 'sobraos', vamos. Afrontaron con desprecio al Madrid y se llevaron dos buenos repasos en el Bernabu y el Camp Nou. En casa, Messi salv los muebles, pero ni siquiera ese aviso les hizo despertar, pensando que todo se ganaba con sus nombres y el escudo. El mismo mal que provoc el agujero negro en la galaxia blanca hace tres aos se repite en casa del eterno enemigo.
P.D. Ojo, que el Madrid lo tenga a tiro, no quiere decir que sea campen. El sbado algunos madridistas se equivocaron. Caldern, por dejarse llevar por la euforia, dejando unas imgenes que se pueden volver en su contra. Y los aficionados por celebrar en La Cibeles un ttulo que, aunque est cerca, an no es suyo. Y viendo todas las cosas que estn pasando en esta temporada, todo eso ha sido una temeridad.