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Todos hemos tenido esta sensación alguna vez. Sales de casa, cierras la puerta y bajas las escaleras pero, a tu cabeza, llega el pensamiento de que algo se te ha olvidado en casa. Aunque la mayoría de personas experimentan esta sensación de vez en cuando, existen otros individuos que lo sufren de forma diaria. Y, pese a que pueda parecer increíble, esta sensación tiene un nombre y unas causas fácilmente identificables. Esta sensación de olvidar algo o de no saber si has hecho alguna tarea se denomina 'efecto umbral'. Esta ocurre cuando nuestra atención oscila entre niveles y refleja la dependencia en nuestros recuerdos en el entorno en el que nos encontramos.
Por qué tenemos esta sensación
Esta sensación de que algo se te ha olvidado o de que no sabes a ciencia cierta si has hecho algo puede venir motivada por diferentes cuestiones.
Una de ellas es que estés distraído. La mente puede estar ocupada con otros pensamientos, conversaciones o preocupaciones; esto hace que se preste menos atención a otras acciones más cotidianas. Además, nuestra rutina suele estar automatizada. Existen acciones que hacemos de forma tan automática que, la memoria a corto plazo, no las registra.
Otros factores que pueden derivar en esta sensación son el estrés y la ansiedad. Si estás sufriendo este cuadro médico, crecen notablemente las posibilidades de olvidar ciertas cosas o no recordar si las has hecho. Lo mismo sucede con la fatiga o el cansancio, lo que puede hacer que disminuya tu capacidad de atención o de retención de información.
En algunos casos, esta sensación, puede venir derivada de una patología denominada desrealización. Esta es una experiencia en la que se percibe el entorno de manera distorsionada. En casos bastante graves y raros, podría ser el resultado de una amnesia disociativa, lo que puede causar pérdidas de memoria relacionadas, normalmente, con eventos traumáticos.
¿Cómo evitar esta sensación?
Si esta sensación te invade más veces de las que te gustaría, es el momento de poner ciertas medidas. La más sencilla y fácil es hacer un esfuerzo por prestar atención en las acciones que estas realizando. También puedes crear un ritual de comprobación en el que puedes demostrar a tu cerebro que la puerta está cerrada, que llevas las llaves o que has apagado la luz.
Si la causa crees que es el estrés, debes empezar a implementar técnicas de relajación para reducir el estrés y mejorar la concentración. También es beneficioso descansar adecuadamente. Así, tu cerebro podrá procesar y retener la información de forma efectiva.
Si este problema te causa especial preocupación debes consultar a un médico o especialista. Si esta sensación es persistente, debes encontrar un tratamiento con algún psicólogo para descartar posibles causas subyacentes.
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