Aunque Dimitris Giannakopoulos (Panathinaikos) y Giorgos y Panagiotis Angelopoulos (Olympiacos) firmaron la paz (relativa) para salvar de momento la final griega, no se podía esperar otra cosa en el tercer choque en el OAKA que lío, mucho lío. Y lo hubo durante el partido y al final.
Durante el partido por jnos gestos obscenos de Evan Fournier al público del PAO con los que se encaró el jugador francés y que le costó la expulsión. Los fans respondieron lanzando un cartel publicitario a la pista y los árbitros, para evitar una escalada de tensión, mandaron a los dos equipos a los banquillos. Fournier no fue expulsado por los gestos, sino por la técnica que recibió por ello, ya que ya tenía una falta antideportiva en su haber.
No fue la única acción polémica del partido. Antes, en una penetración del propio Fournier, Kendrick Nunn realizó una falta salvaje sobre el francés que provocó un conato de pelea cuando Fournier quiso revolverse contra el estadounidense. En el vídeo se aprecia la peligrosa acción de Nunn.
Al término del partido, la expedición del Olympiacos denuncia un tremendo caos en el túnel de vestuarios con un intento de agresión a los jugadores, Ergin Ataman lanzando objetosy la invasión de la cancha por parte de los aficionados. El Olympiacos habla de una épica victoria en una verdadera jungla.
El partido, por cierto, lo ganó el Olympiacos, 88-99 con 25 puntos de Vezenkov, 17 de Milutinov y 15 de Fournier, mejores que los 25 por cabeza de Nunn y de Osman y los 15 de Sloukas. Con el triunfo, el Olympiacos se adelanta en la final, 1-2. El cuarto partido se disputa en El Pireo el próximo domingo a partir de las 20.00.
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