- Triple ¡Jordan Díaz se ciñe la corona del triple en Roma con el tercer salto más largo de la historia!
Jordan Díaz empieza a saborear las mieles de la gloria. Ayer se acercaba a la zona donde está instalado el podio de estos Europeos, a los pies del Olímpico romano, y numerosas personas se acercaban con el deseo de fotografiarse junto al nuevo rey del triple salto. El aficionado sabe que ese 'chico español' que ha saltado 18,18 metros será, antes que después, una estrella mundial y mejor ahora que todavía es accesible.
Díaz confiesa que apenas ha dormido. Se fue a la cama en torno a las cuatro de la mañana tras beberse "una que otra cerveza, que esta vez tocaba. No he dormido más de tres horas. Primero porque tenía la adrenalina a tope y me costó conciliar el sueño y segundo porque encima de mi cuarto empezaron con las obras y ya no pude pegar ojo".
Sé que los Juegos van a ser una competición muy diferente a ésta, más fuerte y con muchas más tensiones porque hay muchos atletas, siete u ocho, con un nivel muy alto. Será muy complicada ganar una medalla
Este jueves regresa a España -aunque él confiesa, cansado como ésta, que no sabe ni qué día es- y el viernes estará saltando en el foso del estadio Fuente de la Niña de Guadalajara a las órdenes de Iván Pedroso, que ha sido el primero que le ha dicho que se relaje y disfrute, que ya habrá tiempo de preparar lo que queda por delante, que es nada menos que los Juegos.
A menos de un metro de la arena tras el rebote y el paso
El triple salto se compone de tres fases, rebote, paso y salto. En su vuelo de 18,18 metros, y según los datos facilitados por el analista de alto rendimiento Pau Fradera, Jordan Díaz empezó con un rebote de 6,34 metros y el paso fue de 5,70, a sólo 96 centímetros de la arena, para acabar con un salto de 6,14 metros. Además pasó 2.34 segundos en el aire, divididos en 0.67, 0.68 y 0.98.
Una cita a la que piensa llegar con un solo concurso más en sus piernas, el Campeonato de España de La Nucía (Alicante), del 28 al 30 de junio. "Lo tengo bastante claro", asegura Jordan, que lo hablará con Pedroso y su representante, Alberto Suárez, pero que quiere centrar ya todas sus fuerzas en la cita olímpica, a la que llega ahora como claro candidato al oro.
No entiendo por qué lo ha hecho Pichardo. Se enfadó por algo que era obvio, porque si vengo a una competición vengo a ganar aunque tú seas el campeón olímpico. Pero bueno, él lo entendió como un ataque y no le doy más vueltas. Él a sus cosas y yo a lo mío
"Sé que los Juegos van a ser una competición muy diferente a ésta, más fuerte y con muchas más tensiones porque hay muchos atletas, siete u ocho, con un nivel muy alto. Será muy complicada ganar una medalla", asegura el nuevo campeón de Europa de triple, que tiene una buena relación con el jamaicano Jaydon Hibbert, el genio de 19 años (17,87 metros) al que señalan como su gran rival en los próximos años.
El 'roce con' Pichardo
"No hemos saltado en el mismo concurso nunca ni he hablado con él en persona pero nos llevamos muy bien por las redes sociales". Una relación bastante sana que dista un mundo de la que tiene con Pedro Pichardo, el hombre al que arrebató el pasado martes el oro y que ayer puso en duda la validez de su salto.
"No entiendo por qué lo ha hecho. Se enfadó por algo que era obvio, porque si vengo a una competición vengo a ganar aunque tú seas el campeón olímpico. Pero bueno, él lo entendió como un ataque y no le doy más vueltas. Él a sus cosas y yo a lo mío", asegura, dando por buena la versión de MARCA en la que revelaba un acalorado cara a cara en el comedor del hotel de concentración de ambas selecciones.
Jordan, por último, se sorprendió cuando supo que podría ser el primer español plusmarquista mundial en una prueba olímpica dentro del estadio -José Marín y Paquillo Fernández lo lograron en los 50 y los 20 km marcha, respectivamente-. "No lo sabía. Me parece increíble pero los récords me dan exactamente igual. Podría haber pasado mi carrera sin haber saltado 18 metros que no hubiera pasado nada mientras hubiera ganado. Los récords están para romperse pero las medallas quedan para siempre", concluye.
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