Un experto responde a un padre preocupado porque su hijo toma batidos de proteínas: "Mientras se tomaba un donut"

El ámbito de la alimentación ha cambiado mucho a lo largo del tiempo. Antes se basaba en alimentos mucho más clásicos y naturales pero, ahora, existen múltiples complementos alimenticios que se incorporan en las dietas para conseguir llegar a los niveles de proteína, magnesio o vitaminas (entre otras propiedades) necesarios o requeridos. Entre ellos están los batidos de proteínas, que se han puesto muy de moda entre aquellos que practican deporte de forma habitual. Sobre este producto ha contado una historia David Callejo, médico anestesista, que le sucedión con un padre que estaba preocupado por la ingesta de batidos de proteínas de su hijo mientras este se comía un donut. El experto explicaría por qué no debe tener tanta preocupación por este tema y sí prestar más atención al consumo de productos como la bollería industrial. 

De qué se componen los batidos de proteínas

Para aclarar el porqué no debemos preocuparnos por el consumo de batidos de proteínas, David Callejo, empieza por explicar de qué están formados estos compuestos. 

Los batidos de este tipo están formados por la proteína de suero, que es un producto que deriva de la leche. Cuando la leche sufre procesos de coagulación, en la formación de queso, se crea una parte semisólida (donde se encuentra la caseína y la grasa) y una parte líquida; donde se encuentra la proteína del suero. Esta parte líquida es la que se seca y se le agrega un sabor, formando la proteína de suero que configuran los famosos batidos de proteína que tan de moda están en el mundo fitness. 

El proceso es muy sencillo y no contiene ningún químico, según el experto, siendo tan solo proteínas de alto valor biológico. Es un alimento, tal y como comenta David Callejo, saludable y sano. 

Por qué sí preocuparnos por la bollería industrial

A diferencia de los batidos de proteína, el proceso de elaboración y creación de la bollería industrial, es mucho más enrevesado y repleto de químicos como los conservantes y colorantes u otros aditivos que pueden poner en riesgo nuestra salud. 

Además, los bollos, galletas o donuts, como el ejemplo de la historia de David Callejo, son alimentos cargados de calorías que derivan de grasas y azúcares. Por esta razón, sus calorías no son saludables y tienen una calidad muy mala. También contiene grasas trans que pueden tener múltiples efectos negativos en nuestro organismo, además de ser perjudiciales haciendo que el colesterol suba. El consumo regular de estos alimentos puede derivar en el aumento de las posibilidades de sufrir diversas enfermedades y trastornos, como la obesidad.