Acudir a la isla blanca es saber que se va a uno de los parajes más bonitos de nuestro país. La isla de Ibiza es un auténtico espectáculo en cuanto a naturaleza se refiere ya que el entorno salvaje de muchas de sus playas, las calas escondidas, la calidez de sus aguas y su extremadamente agradable temperatura durante seis meses en el año, hacen de este lugar el espacio perfecto para disfrutar de unas vacaciones.
Más allá de las discotecas y del ambiente nocturno (que también es considerado como uno de los mejores del mundo), esta isla ofrece multitud de calas que son auténticos tesoros escondidos de la naturaleza, lugares que hacen que el viaje hasta Ibiza merezca la pena, en esta ocasión estamos hablando de una cala amplia, con una playa perfecta para el descanso, un agua cristalina y de temperaturas templadas y donde la multitud solo se deja ver en los meses de agosto (como en casi toda la isla). Nos estamos refiriendo a Cala Boix.
Una bahía muy pintoresca
La Cala Boix está en casi todas las guías turísticas como un lugar que uno no puede perderse. Se ubica en una pintoresca bahía cuyas aguas claras y cristalinas son un fuerte contraste con la arena oscura que hay en esa parte del litoral. Es una cala que está protegida por acantilados altos, lo que ofrece a los visitantes una gran sensación de privacidad. Pese a los acantilados, el se realiza por una escalinata artificial de cemento que nos lleva desde la parte alta hasta la misma arena de la playa, lo que supone un inconveniente para acceder a personas de movilidad reducida.
En cuanto a las actividades deportivas que se pueden realizar en esta playa, los días que hay un poco de viento se pueden coger buenas olas y entrenarse en el arte del bodysurfing. En cuanto a las recomendaciones, es importante llevar calzado para caminar por esa arena oscura ya que siempre tiene dos o tres grados más que la arena blanca, y a la hora de llegar al chiringuito se puede pasar mal. De hecho, hay un pequeño bar y tres restaurantes muy populares en la calle de arriba, donde lo suyo es comer un buen plato de pescado. Además, uno de estos establecimientos tiene impresionantes vistas a la playa desde el acantilado.
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