Frank Cuesta sigue en el disparadero y ha sido él mismo el que ha tenido que salir nuevamente en su propia defensa para mostrar una documentación con supuestas pruebas que demuestran la enfermedad que padece.
Y lo hizo después de que se pusiera en duda tras reconocer en un vídeo "bajo amenazas, coacciones, extorsiones" que no padecía cáncer, aunque sí mielodisplasia.
De hecho, Cuesta empieza explicando ya hay interpuestas "órdenes de alejamiento, además de cinco denuncias y dos denuncias fuera de Tailandia" y que se ha puesto de acuerdo con Yuyee, su exmujer, para proteger a sus hijos.
El herpetólogo se defiende de los problemas de salud que atraviesa y que se han puesto en duda. "Se ha estado hablando de mi enfermedad, la gente se ha estado riendo de mí, hay 'streamers' que van de adalides de la moralidad que han hecho bromas sobre mi enfermedad, que nunca he utilizado para sacar rédito", explica y añade a continuación: "Yo tengo una deficiencia genética que me descubrieron hace unos 21 años".
Es más, profundiza en el asunto. "He ido pasando diferentes fases y hace cinco años tuve la suerte de poder formar parte de un tratamiento experimental. Elegían gente de muchas edades, de situaciones, con diferentes variantes. Lo mío es una mielodisplasia. Fui a la entrevista desesperado hace 5 años y tuve la suerte de que me preguntaron si fumaba, bebía o tomaba drogas. Y les dije que drogas y alcohol no, pero que fumaba y les venía bien saber la evolución en una persona que fuma".
Qué es la mielodisplasia
Su mielodisplasia engloba una serie de trastornos de la médula ósea en los que las células encargadas de producir los componentes de la sangre, como glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, no se desarrollan normalmente.
Cuesta explica el proceso: "Tengo una mielodisplasia, que puede tener muchas variantes y si esto se despierta puede derivar en una leucemia que me lleva por delante en nada", señalaba, por lo que vive, decía, "con miedo".
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