La humanidad ha evolucionado a lo largo de los siglos y, si bien las civilizaciones acabaron evolucionando y, con el tiempo, desapareciendo, no lo hicieron su arquitectura, creaciones o gastronomía. Un legado que aún puede contemplarse en muchos rincones de España, como por ejemplo la Comunidad Valenciana, y donde se ubica un pueblo que antaño fue el asentamiento de un grupo de íberos.
Para hallar este poblado hay que desplazarse hasta el término municipal de Ademuz y allí se encuentra La Celadilla, donde hace años se descubrieron los restos de lo que los expertos consideraron que fue un asentamiento íbero. Esta zona, de menos de media hectárea, sufrió un incendio en el 350 a.C., y como consecuencia de ello, acabó desapareciendo.
La comunidad íbera con un gran poder en La Celadilla de Valencia
Algunos de los restos de esta población que se encontraron en una reciente excavación tuvieron como lugar el hallazgo de dos cuerpos, algo que viene a confirmar el origen íbero, dado que estos se caracterizaban por la incineración de sus fallecidos.
A día de hoy sigue siendo una importante área de investigación y trabajos arqueológicos de los expertos, además de que es un lugar habitual de visita por parte de turistas y curiosos que desean conocer más fondo la historia de la Comunidad Valenciana y el tipo de sociedades que han pasado por sus tierras.
Entre los siglos V y IV a.C., los íberos dominaron la zona y, entre las muchas facetas que tenían, sobresalieron por su capacidad para erigir construcciones como murallas, torres de vigía de hasta nueve metros de altitud o, por ejemplo, calles que llegaban a cruzar el pequeño poblado y algunas habitaciones que tenían diversos usos para sus habitantes. Hasta ahora, en total, se han encontrado los restos mortales de cuatro personas: dos varones, una mujer y un niño.
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