Ni el amparo y mediación de Turquía ha servido para que Ucrania y Rusia sean capaces de acercar posturas en pro de la paz. Los dos países, después de varios amagos de faltar a la cita, se sentaron en la mesa de negociación en Estambul, aunque no con muchas esperanzas de conseguir un acuerdo fructífero. Sus peticiones han sido definidas como “poco realistas” por el otro bando.
La reunión ha sido significativamente breve para la causa que estaba estudiando. Apenas han sido dos horas de negociación en las que parecía complicado llegar a un acuerdo. Ha sido el primer o que se producía entre ambas naciones desde 2022, pero no ha sido satisfactorio para ninguno, según han expresado al salir de la reunión.
Ucrania y Rusia, un desacuerdo cada vez más irreparable
Desde Ucrania han acusado a la delegación de Rusia de carecer de “mandato para tomar decisiones ni nada significativo que ayude a poner fin a la guerra". Asimismo, han reiterado que los emisarios enviados por Putin eran de perfil bajo. Todo provocado por el plantón de Putin hace apenas unos días, decisión que hacía presagiar el resultado de esta reunión.
Según la delegación ucraniana, Rusia ha solicitado un alto el fuego para la retirada de las tropas ucranianas de la totalidad de las cuatro regiones de Ucrania que Rusia se anexionó ilegalmente (Jersón, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk). Zelenski y su equipo se han negado categóricamente a cumplir con esta condición, así que la reunión ha finalizado sin un acuerdo.
De estas peticiones, la delegación ucraniana ha sentenciado que “no son viables" porque incluyen "imposibilidades". Por eso, consideran que Rusia ha ido “mucho más allá” de lo acordado previamente. Zelenski ha señalado que su prioridad principal es “un alto el fuego honesto e incondicional. Debe ocurrir inmediatamente para ser una base sólida para la diplomacia”.
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