La polémica de Lalachús en las Campanadas se está convirtiendo en debate nacional. No queda nadie que no sepa y tenga su propia opinión de lo sucedido con la estampita de la presentadora de Televisión Española, que junto a David Broncano se encargó de traernos el nuevo año. Un debate que ha llegado hasta el gobierno de España que ha decido tomar también medidas sobre el asunto. Ahora ha llegado el turno del prestigioso filósofo Fernando Savater, que ha generado un gran revuelo tras sus comentarios sobre Lalachús. Por si alguien ha estado en Marte desde el 31 de diciembre, recordar que lo que sucedió fue que durante la retransmisión, la colaboradora de La Revuelta enseñó una estampita del Sagrado Corazón... pero con la figura de la vaquilla del mítico 'Grand Prix'.
Savater decidió opinar en su articulo del medio The Objetive y no dejó a nadie indiferente con su análisis: "No tener ni curiosidad por cómo se dieron las campanadas de fin de año en las diferentes cadenas de televisión tiene sus inconvenientes, pero también algunas ventajas: le impide a uno discutir con sus contemporáneos sobre los méritos comparados del uniforme de la Pedroche sobre el fino humor de la Bitelchús o como se llame la tía gorda esa, pero nos deja más tiempo para meditar sobre la cuestión trascendental de los propósitos que hacemos para el nuevo año", arranca. "¿Cuál es el peor rasgo de nuestro país, en cuya denuncia coinciden tanto la derecha como la izquierda? Sin duda, por lo que oigo, la polarización, el apocalipsis ideológico, la pasión que hace negar el pan y la sal al adversario. [...] De modo que el mejor propósito para el año 2025 debería ser templar el ánimo y procurar ser más comprensivos con quienes discrepan de nosotros. ¡Ah, pues esta es mi ocasión de romper con el aborrecible espíritu tolerante! No me propongo en los meses venideros disminuir el radicalismo de mis opiniones, sino que pienso llevarlo al máximo", prosigue, para terminar atizando también a Sánchez: "Si se suprime a Sánchez, políticamente hablando, claro, (aunque algunos de sus hoy aliados oportunistas le daban al verbo "suprimir" un sentido más hemoglobínico), no sólo se suprime un polo, sino los dos: de modo que negarse a contemporizar con ese felón no es una muestra de intransigencia, sino de salud mental", afirmaba.
Ante tales afirmaciones ha sufrido una lluvia de críticas entre las que destacan la de Maruja Torres, que con su habitual ironía, la periodista ha calificado sus palabras como propias de "la fosa séptica". Maruja contestaba al comentario del periodista Idafe Martín en X (antes Twitter), quien cuestionó: "¿Hasta dónde puede arrastrar un hombre su prestigio?".
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