- Los expertos alertan de lo que ocurriría Máxima preocupación por el sistema sanitario público si desaparece MUFACE
El partido Sumar ha solicitado al Gobierno un replanteamiento del modelo de financiación de las mutualidades como MUFACE (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado), proponiendo que su presupuesto se destine exclusivamente al fortalecimiento de la Sanidad pública. Esta postura surge tras las crecientes críticas al sistema actual, que combina asistencia sanitaria pública y convenios con entidades privadas.
MUFACE, creada en 1975, brinda a los funcionarios la posibilidad de optar entre la sanidad pública y entidades aseguradoras privadas, como Adeslas o Asisa. Sin embargo, según Sumar, este modelo dual ha generado desigualdades y ha supuesto un debilitamiento progresivo de la Sanidad pública, al desviar fondos hacia el sector privado. La portavoz del partido argumentó que estos recursos podrían emplearse en reducir listas de espera, ampliar servicios y mejorar las infraestructuras del sistema público.
¿Qué dice cada una de las partes?
La crisis se intensificó tras denuncias de mutualistas sobre la saturación de servicios y la limitada cobertura ofrecida por algunas aseguradoras privadas en ciertas especialidades y territorios. Diversos colectivos de funcionarios han manifestado su preocupación por la calidad de la atención que reciben, especialmente en áreas rurales, donde la red privada tiene menor presencia.
Por su parte, las aseguradoras defienden el modelo actual, argumentando que permite descongestionar el sistema público y brindar más opciones a los s. Advierten que una eliminación de este esquema podría suponer una sobrecarga para hospitales y centros públicos ya tensionados.
El Consejo Andaluz de Colegios de Médicos (CACM) ha sido uno de los primeros en reaccionar, emitiendo un comunicado oficial al respecto. Alfonso Carmona, presidente del CACM, destacó que "los médicos han asumido la verdadera carga asistencial y nunca han abandonado ni a la sanidad ni a los pacientes".
"El estado debe anteponer el interés público de los ciudadanos, que es la salud, por encima de debates ideológicos. Una decisión sobre esta materia tan sensible debe ser planificada con muchos años de antelación y nunca de manera repentina", continuó diciendo.
Sentenció: "No es puramente empresarial, sino que conlleva un deber y una vocación con derechos fundamentales que no se pueden abandonar de manera imprevista. Esto beneficia a los responsables finales de atención sanitaria y verdaderos garantes del derecho a la protección de la salud de los pacientes".
Comentarios