Renfe ha decidido asestar un duro golpe a Talgo, imponiéndole una multa histórica de 166 millones de euros. La causa de este severo castigo reside en el considerable retraso en la entrega de los trenes Avril, una serie de unidades de alta velocidad que prometían revolucionar el transporte ferroviario español.
Los trenes Avril, bautizados como "patitos feos" por algunos medios debido a su peculiar diseño, estaban destinados a cubrir rutas en Madrid, Asturias y Galicia. Su velocidad punta de 330 km/h en líneas convencionales auguraba una reducción considerable en los tiempos de viaje. Sin embargo, el proyecto se ha visto plagado de contratiempos y retrasos, lo que ha generado un profundo malestar en Renfe.
Las peticiones de RENFE
La empresa pública no solo ha exigido la mencionada multa a Talgo, sino que también ha solicitado una indemnización diaria de 80.000 euros por cada día de retraso adicional en la entrega de los trenes. Esta medida, sin precedentes en la historia de Renfe, pone de manifiesto la gravedad de la situación.
“Les recordamos que, a fecha de hoy, Talgo continua sin entregar los trenes, lo que constituye un flagrante incumplimiento de sus obligaciones contractuales que está causando a Renfe en particular y a los s del transporte ferroviario en general, importantes perjuicios”, comenzaron explicando las autoridades de RENFE en un comunicado.
“La documentación aportada hasta la fecha por Talgo no justifica que los retrasos en la entrega de los trenes objeto del contrato no sean atribuibles a Talgo. Nos sorprende, además, que Talgo no tenga elaborado el análisis que se requiere y que, adicionalmente, necesita noventa días para elaborarlo”, sentenciaron.
Talgo, por su parte, ha calificado la multa de "desproporcionada" y ha anunciado que presentará las medidas legales oportunas para defenderse. La compañía argumenta que los retrasos se han debido a causas de fuerza mayor, como la pandemia de COVID-19 y la crisis global de suministros.
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