París cita a los dos mejores de la tierra en la final de Roland Garros

No hay mejor bendición que la que te pueda dar el mejor de la historia. Novak Djokovic, antes de abandonar París, vaticinó que “tanto Carlos como Jannik van a tener unas exitosas carreras. Para compararse con nosotros -el Big Three- tendrán que jugar en contra 10 años seguidos, pero es bueno para el tenis que estén”.

Cuando Djokovic ganó el US Open de 2023, su último grande, entre él, Roger Federer y Rafael Nadal se habían repartido 62 de los anteriores 74 majors. En mitad de su dominación se habían colado siete valientes: Juan Martín del Potro (US Open de 2009), Andy Murray (US Open 2012, Wimbledon 2013 y 2016), Stan Wawrinka (Australia 2014, Roland Garros 2015 y US Open 2016), Marin Cilic (US Open 2014), Dominic Thiem (US Open 2020), Daniil Medvedev (US Open 2021) y Carlos Alcaraz (US Open 2022 y Wimbledon 2023).

Alcaraz y Jannik Sinner tomaron el relevo de Nole y lo conquistaron todo el último año y medio. El murciano hizo doblete Roland Garros-Wimbledon, mientras que Sinner defendió corona en Australia y se estrenó en el Abierto de los Estados Unidos. Uno de los dos volverá a ganar este domingo, a partir de las 15:00 horas, sobre la arena de la Philippe Chatrier. Será el sexto gran trofeo del tirón para sus arcas. “Será un gran día para los aficionados al tenis. Jannik está destruyendo a todos”, analiza Carlitos.

Su rival se ha plantado en la final sin ceder un set. Una estadística demuestra su regularidad: encadena ocho finales en el circuito, algo que no sucedía desde Djokovic, en 2015. A sus 23 años y 282 días, es el más joven en lograrlo desde Ivan Lendl, en 1982.

“Carlos me hace mejor jugador porque me lleva al límite. Intento mejorar para la siguiente vez que me enfrento a él. Todos los deportes necesitan rivalidades y esta podría ser una de ellas”, resume el jugador de San Cándido, que ha hincado la rodilla en los últimos cuatro precedentes con el murciano. De los 11 cara a cara previos, ninguno tuvo la trascendencia del actual, porque es la primera final de Grand Slam.

Siempre intento mejorar para la siguiente vez que me enfrento a él

Jannik Sinner

“La parte táctica cuenta porque cada partido es distinto y puede salir de una manera distinta a la que esperabas”, desgrana el pupilo de Darren Cahill y Simone Vagnozzi. Es un duelo de estilos: la creatividad de Carlitos contra la consistencia de Sinner.

Cruzado contra homogéneo

Alcaraz es cruzado y Jannik, homogéneo. El primero responde a esa condición. Es diestro de mano, pero su ojo dominante es el izquierdo. Su derecha es más natural que el revés, es más creativo, más hábil y más agresivo. En la pista busca los puntos ganadores.

A Sinner, por contra, le coincide el ojo dominante con el brazo ejecutor. Cuenta con mejor revés que derecha, son grandes trabajadores a largo plazo, toman menos riesgos en pista...

La pizarra cuenta cuando los pequeños detalles marcan la diferencia. El vigente campeón se ejercitó ayer por espacio de una hora en la pista 2 del Bois de Boulogne. Fue una sesión con carro de pelotas para soltar a nivel muscular.

El destino quiere un quinto grande con 22 años, un mes y tres días. Igual que Rafa Nadal.