Carlos Alcaraz destaca estos días en Melbourne por su tenis, por su nuevo saque y por sus tremendos brazos. "Mi preparador físico estará contento con mis bíceps", bromeaba a la conclusión del partido de la segunda ronda con el japonés Yoshihito Nishioka.
Alberto Lledó es el entrenador que moldea el cuerpo del joven de 21 años. La primera decisión que tomó el tenista hace un año, tras caer en los cuartos del primer grande, fue incorporar a Lledó a tiempo completo. Hasta ese momento sólo trabajaban cuando Alcaraz se encontraba en España. La primera imagen que Lledó tiene de Carlitos es la de un chico muy delgado: "Cuando llegó a la academia era un fideo, tenía rapidez, pero no tenía músculos”.
El gran cambio físico del tenista se produjo en la pretemporada de 2021. "En su corpulencia hay parte de genética, pero el 80 por ciento es trabajo", se refería entonces su preparador físico. "Cuando empezamos a trabajar con él, Juanjo (fisio) y yo tuvimos un problema y es que estaba en un porcentaje de grasa muy bajo. Al final con la suplementación y el cambio de hábitos hemos logrado el objetivo".
Alcaraz acude al pescado y el sushi antes de cada uno de sus partidos y sigue una dieta sin glúten. Todo surgió después de una analítica sugerida hace algo más de un año por Juanjo Moreno, su fisioterapeuta y un gran estudioso de la materia.
Su elástica de Nike sin mangas (la lleva en el Open de Australia y US Open) muestra estos días sus marcados bíceps en el verano australiano. “Yo no trabajo para ponerme fuerte, para ponerme más grande, lo hago para estar bien físicamente, sentirme fuerte, sentirme bien, estar ágil, rápido... No debo pasarme”, cuenta.
La polea cónica excéntrica
En este aspecto es fundamental la presencia de la polea cónica excéntrica y posteriormente las cargas para mejorar la fuerza-velocidad: "Es lo mejor para coger masa muscular, pero sin perder la velocidad que requiere el deporte". Palabra de un estudioso como Alberto Lledó.
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