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El pasado 29 de enero se entregaron los Premios Iberdrola Supera. El Premio Supera Social fue para el proyecto 'Volver a nadar juntas" de la Fundación Segunda Parte que trabaja con personas con daño neurológico para mejorar su estado a través del deporte. Con el premio han mejorado las posibilidades para que la práctica deportiva sea fácil y accesible en un colectivo para el cual la actividad física es determinante. En Femenino Singular hablamos con dos de las responsables de esta fundación en la que las catorce personas que la componen han hecho de su vocación una profesión: Marta Pérez y Sara Peláez.
Las dos estudiaron CAFYD y poco después descubrieron que el deporte como terapia en las personas con DCA (Daño cerebral Adquirido) era una herramienta poderosa para mejorar el estado de estas personas. "Es importante señalar que el trabajo en la Fundación es nuestra profesión, es nuestro único trabajo, es decir, no hay una red de voluntarios que sea quien sostiene la fundación, sino un equipo profesional. Y hemos encontrado un modelo sostenible también de financiación diversificado pues muchos centros de neuro rehabilitación apuestan por contratar nuestro servicio porque han comprendido que incluir un programa de actividad físico deportiva dentro del centro o de la unidad hospitalaria va a traer muchos beneficios a a esas personas, a esos pacientes", aclara Marta Pérez.
La Organización Mundial de la Salud nos dice que una de cada tres personas va a tener una afectación neurológica a lo largo de su vida. En España, el número de personas o la incidencia es mayor, es decir, ya hay veintitrés millones de personas con una afectación neurológica. Y en mujeres el ictus es la primera causa de muerte. "Esto significa que 'hay un elefante en la habitación' y que no lo estamos abordando de una manera inteligente. Estamos más pendientes de lo que pasa después de que hayamos tenido ese ictus que de cómo prevenirlo o, sobre todo, no estamos utilizando las herramientas más adecuadas después de que ocurre ese ictus a largo plazo. Estamos dejando solas a multitud de personas que podrían volver a participar en nuestra sociedad, que podrían recuperar esa participación familiar y y social, y se están quedando apartadas. Y, en este sentido, el proyecto que que ganó el Premio Supera Iberdrola, lo que lo que trata de decirnos es que hay una segunda oportunidad, hay una forma de volver a conectar, que es una forma que además de tener un gran potencial social tiene un gran potencial de impacto sobre la salud y la calidad de vida. Que no es otro que el deporte, la actividad física y, en este caso, la piscina, porque la piscina es la reina", comenta Marta Pérez, una de las responsables de la Fundación Segunda Parte.
Según Marta Pérez, "la piscina tiene una capacidad de incorporar a la sociedad a personas que consideran que no van a poder hacer actividad física por la dificultad en la movilidad, por el miedo y el riesgo de caída. Y la piscina soluciona todos esos problemas y da la oportunidad a muchas personas, en este caso, a muchas mujeres, de volver a conectar, de volver a encontrarse, de volver a socializar, de volver a sentir que se están superando, que están superando miedos, que están superando dificultades y que están asumiendo riesgos y mejorando su su funcionalidad. Este es el esta es la esencia del proyecto de Volver a nadar juntas".
Cuando una persona sufre un ictus en una familia normalmente la que se ocupa de esa persona que ha sobrevivido al ictus suele ser una mujer. Entonces, cuando la mujer es la que tiene el ictus, ahí es donde vienen los problemas porque, quién la cuida a ella. En este sentido, Sara Peláez comentó que "las mujeres socialmente tenemos ese papel de cuidadoras no solo con los hijos, quien los tenga, sino con familiares al cargo que puedan tener discapacidades o, simplemente, hayan perdido la independencia en cierto o total grado. Con lo cual es otro problema al que al que nos enfrentamos y que tienen que abordar las istraciones y más hablando de las edades dentro de las que la incidencia es mayor".
Esa es una de las razones por las que decidieron poner en marcha esta fundación Juanjo García y Marta Pérez en 2011 "En cualquier informe que podamos leer sobre discapacidad y cuidadores, más del 80% de los cuidadores son mujeres. Y nosotros, en 14 años de recorrido, hemos observado, que uno de los ejes transversales de la fundación es la investigación científica. Miramos esos datos, vemos la evolución, cómo vamos cambiando año a año, y hay una observación muy importante de género que hay que tener en cuenta, porque esto nos sirve luego para diseñar y para tomar decisiones. Y una de las cosas que observamos es que cuanta más afectación hay, cuanta más dependencia presenta la persona, menor número de mujeres encontramos practicando actividad física con la Fundación Segunda Parte y con las entidades adheridas. Esto significa que cuando la mujer es dependiente y necesita una persona que le acompañe, perdemos a las mujeres, no llegan a la piscina, no llegan a cualquier tipo de actividad física. Es evidente que hay una desigualdad enorme".
Según Fundación Segunda Parte sus terapias deportivas son tan importantes para mejorar la salud de las personas que han establecido unas pautas para otorgar certificados a las personas que puedan ofrecer sus servicios fuera de Madrid. "Todos sabemos que la actividad física es importante pero el problema es que no está integrado en el sistema sanitario. Por eso hemos creado el certificado porque somos plenamente conscientes de que no podemos llegar a todo porque nosotras podemos tener nuestra actividad en Madrid, esta parte de servicio directo que da la fundación directamente. Pero, ¿qué hay de la señora que tuvo un ictus y vive en Soria? El certificado no es otra cosa que la herramienta que nos permite formar a todas las personas, a todos esos técnicos físico deportivos sobre cómo trabajar e implantar programas de actividad físico deportiva de calidad con personas específicamente con daño neurológico".
Además del proyecto de la piscina tiene otros muchos como el del fútbol femenino. Es uno de los proyectos que se ha mantenido desde el desde el inicio de de la fundación. Empezó como un proyecto de fútbol en el que solo había chicos integrados. Pero poco a poco comenzaron a llegar más mujeres hasta poder formar un equipo. "¿Qué es lo que a mí me parece más fascinante de todo el proyecto femenino de fútbol? Es que somos el único equipo que hay en España, el único equipo a nivel estatal. El resto son selecciones. Por eso hago un llamamiento para que todas esas esas mujeres que nos escuchan que hayan sufrido un daño neurológico, que piensan que que ya no tienen esta oportunidad, que vengan, que se animen, que lo prueben y nos ayuden a crecer".
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