La mítica regata que enfrenta a las Universidades de Oxford y Cambridge ha vuelto a disputarse este año en aguas del Támesis tras dos años de ausencia por el coronavirus y lo ha hecho con más de 250.000 espectadores en las orillas y 500 millones a través de la televisión. En 2020 se canceló por la COVID-19 y el año pasado se trasladó al Great River Ouse, a 120 kilómetros de la capital. Este domingo se ha recuperado la esencia de aquella primera edición masculina de 1829 -es la 76ª femenina- y la española Adriana Pérez Rotondo se ha proclamado ganadora como proa del bote de Cambridge, por segundo año consecutivo y con récord. Su Universidad se impuso a la de Oxford tras cruzar primera la meta con un tiempo de 18:22.9. Era récord, más de diez segundos mejor que el que tenía Oxford desde 2017. Con la de hoy, Cambridge ha ganado ya 46 ediciones de la carrera frente a las 30 de Oxford.
En 2019, Adriana había saboreado la gloria como integrante de la tripulación B. El de hoy no ha sido un triunfo más, sino especial porque este año acaba su doctorado en Neurociencia y con él, su estancia en la Universidad.
Vuelta a los orígenes
El recorrido por el Támesis londinense, de 6'8 kilómetros entre el Puente de Putney y Mortlake, y con la corriente arriba del río, ha sido testigo de un nuevo éxito del bote de la española, que en 2021 logró la victoria en el bote titular por apenas una eslora respecto a Oxford.
Precisamente fue la Universidad rival quien esta vez ganó el sorteo y, por lo tanto, podía elegir lado. Sin embargo, fue Cambridge quien se puso en cabeza desde el inicio con un equipo en el que hay mucho nivel. De hecho, hay tres olímpicas y, entre ellas, una medallista en los Juegos de Tokio 2020. Y en cabeza permaneció de principio a fin, hasta que la española de Cambridge cruzaba la primera la meta -al ser la proa del bote- y volvía a saborear la gloria.
La madrileña compagina el remo con su vida académica en la universidad desde 2018. Llegó allí tras licenciarse en Matemáticas y Física en la Universidad de Columbia (Nueva York). Adriana es una persona con muchas inquietudes y a la que le encantan las Humanidades, por eso eligió el modelo americano. En él, a diferencia del español, podía estudiar a la vez asignaturas como Filosofía, Literatura, Historia del Arte o Música, algo impensable en nuestro país en una carrera de Ciencias. Cuando se licenció en 2017 decidió estudiar un master en Inglaterra y presentó su solicitud tanto a la Universidad de Oxford como a la de Cambridge. En ambas la aceptaron, pero ella acabó decantándose por la segunda porque le gustó más su laboratorio y conectó más con sus profesores.
Nunca había practicado remo antes
En aquella decisión, en principio académica, también estaba su futuro deportivo. Aunque entonces ella ni se lo podía imaginar. En realidad, nunca había practicado remo. Había hecho cursos de hípica y algún entrenamiento de triatlón, pero no había disputado ni carreras populares. Dejó ambos de lado cuando se fue a Estados Unidos. "Allí me concentré en los estudios y salía a correr o con la bici, poco más", cuenta. Pero al empezar el master en Cambridge decidió probar en remo. "Me apunté por hacer un poco de deporte y por la vida social, no me imaginaba para nada que sería una opción real", recuerda entre risas.
Cambridge está dividido en más de una treintena de colleges y tienen una liga de remo entre ellos. Adriana empezó a entrenar en marzo de 2018, lógicamente con el del suyo -Newnham-, y desde el principio se le "dio bastante bien". En verano ya entrenaba con la Universidad. "Nunca imaginé que llegaría al primer equipo", ite con sinceridad. Para ello, tuvo que remar entre 100 y 140 kilómetros a la semana.
Me apunté a remo por hacer un poco de deporte y por la vida social, no me imaginaba para nada que sería una opción real
Los inicios fueron muy duros. Los entrenamientos eran muy exigentes y ella no estaba acostumbrada al alto nivel. "Al principio sólo intentaba sobrevivir. Empecé entrenando 10 horas a la semana y aumentó a 16 -sesiones en el agua, en el ergometro y pesas-cuando pasé al equipo de la universidad. Estaba agotada y me sorprende que no me lesionara porque no había hecho tanto deporte antes. Fue muy duro, pero el cuerpo se acaba adaptando. Te acostumbras, por ejemplo, a las ampollas en las manos. Las tengo llenas de callos", explica. Nadie diría que son las manos de una estudiante de doctorado en neurociencia computacional.
Adriana estudia el cerebro, concretamente cómo funcionan las redes neuronales, usando análisis matemáticos y algoritmos. "Hay mucho por descubrir aún y tiene muchas cosas en común con la Inteligencia Artificial. En un futuro me gustaría seguir investigando", explica.
Oxford acaba con la racha de Cambridge en categoría masculina
Oxford consiguió acabar con la reciente supremacía de Cambridge en la Boat Race masculina. En su regreso a Londres desde 2019, los Dark Bluesfrenaron la racha de tres victorias consecutivas de sus rivales para dar a su veterano entrenador jefe, Sean Bowden, su 13º éxito en su 25º año en el cargo.
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