La fiesta italiana del WEC, las 6 Horas de Imola, pueden encubrar este domingo a Ferrari... pero también le han dado cierto protagonismo a un histórico rival de la marca italiana que acaba de llegar a la Resistencia: Lamborghini.
La marca de Sant'Agata, con su base también muy cercana a Imola, ha arrastrado a numerosos aficionados e invitados aprovechando también que su copa monomarca, el Lamborghini Super Trofeo, celebra aquí también una cita como telonera del Mundial de Resistencia.
Sin embargo, las circunstancias de Lamborghini son muy distintas a las de Ferrari. Pese a su tradición en GT (la marca italiana tiene incluso una historia reciente de éxito en Daytona), su experiencia en prototipos es escasa y, además, ha elegido una estrategia para el desarrollo de su proyecto diferente a la de sus rivales, con un único coche para el WEC y otra unidad para el campeonato americano IMSA.
"Es una decisión que responde al compromiso que tenemos con ambos campeonatos pero que, lógicamente, no nos favorece. Cuantos más coches tengas, más aprendes", explicar Rouven Mohr, máximo responsable del proyecto WEC de Lamborghini en una comparecencia con prensa internacional en la que MARCA estuvo presente.
"Nuestro primer año tiene que ser de aprendizaje", puntualiza el ingeniero alemán (también a cargo de la gama de calle de Lamborghini), apuntando algo que todos los recién llegados están experimentando... e incluso, algunos, sufriendo mucho. "Somos nuevos en este campeonato y para nosotros es un gran reto, tenemos que aprender mucho en todos los aspectos pero, hasta ahora, estamos contentos".
Aunque Lamborghini tiene mucha experiencia (y con éxito) en las categorías de GT, los prototipos son otra historia: "Sobre todo en el balance aerodinámico no tienen nada que ver" "La competitividad en el Mundial de Resistencia es extrema, y necesitamos tiempo para encontrarla en nuestro coche. Cuando tengamos la base de conocimientos que se necesita, podremos mejorar el rendimiento y quizá pensar en ampliar el programa".
La carrera de casa, en Imola es un primer escaparate para la marca de Sant'Agata, pero la gran prueba llegará en Le Mans, que pondrá a prueba la fiabilidad del SC63: "En este aspecto estamos contentos, pero es cierto que nuestro único test de endurance en Portimao fue con lluvia, así que Le Mans va a ser la primera vez que el coche afronte 24 horas con ese nivel de prestaciones. Pero somos optimistas en este aspecto".
Caldarelli por Mortara en Spa
Mohr también confirmó el tercer piloto del SC63 para la próxima prueba, las 6 Horas de Spa, que coinciden en el calendario con el E-Prix de Berlín de Fórmula E. Eso obligará a la escuadra italiana a cambiar su alineación para la cita belga, ya que Edo Mortara tendrá que disputar el Mundial eléctrico.
Será el italiano Andrea Caldarelli el que suplirá al suizo en la última prueba antes de Le Mans, una carrera clave, además, para la preparación de la gran cita del verano (15 y 16 de junio) en el WEC.
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