Marc Márquez se va al suelo en su primer error grave con Ducati y pierde el liderato

Marc Márquez ha cometido el primer error grave desde que viste de rojo. El corredor leridano ha besado el asfalto cuando lideraba, con mucha comodidad, la carrera larga de Austin. El '93' ha pisado el blanco en las enlazadas (ha recortado demasiado el piano) y eso ha provocado que haya perdido el control de la GP25. Ha resbalado de tal manera que su moto ha ido perdiendo componentes (se ha quedado en un parpadear de ojos sin el estribo, sin la cúpula, con el mono irreconocible...) hasta quedar sumamente dañada.

No obstante, el octocampeón no se rinde nunca y ha vuelto a pista, aunque su máquina está realmente estropeada. El de Cervera se ha reincorporado en 18ª posición, pero ha comprobado que estaba asumiendo demasiado riesgo y al final ha decidido abandonar. Dicho sea de paso, también se accidentó el curso pretérito en este mismo circuito... también cuando iba primero en la carrera del domingo.

... Y de repente ya no es líder

El caso es que Marc ha perdido el liderato, que pasa a estar en las manos de su hermano Álex (le supera por un único punto). Encima ha ganado Pecco Bagnaia, quien estaba situado a más de dos segundos de su vecino de garaje justo antes de que se fuera al suelo Marc en ese fallo cometido por el español en la vuelta 8. Eso implica que el de Chivasso recupera de sopetón la moral (y recorta 25 unidades al morlaco que tiene en su box). Es un subidón anímico para el tricampeón quien estaba de bajón, tras las cinco victorias consecutivas del mayor de los Márquez.

Un cero que duele mucho

Para Marc ha sido un domingo muy duro. De hecho, no le ha quedado otra que entrar a boxes, tras ver cómo incluso le adelantaba Chantra. El '93', que estaba siendo inalcanzable para sus rivales, ha optado por lo más sensato: retirarse cuando marchaba último. Ha pasado de ganarlo todo (dobletes en Tailandia y Argentina y el Sprint de Austin) a un cero en uno de sus circuitos talismán (aquí ha ganado en siete ocasiones) que le va a doler mucho. Y más cuando se serene y analice con frialdad su fallo garrafal. Ha dado vida a un Bagnaia, (al fin y al cabo su gran adversario por la corona) que encara lo que viene (trazados más favorables para su estilo de pilotaje) con un mayor optimismo.