Verstappen ganó el título hace 15 días en Brasil, no esta madrugada en Las Vegas, lo sabía hasta el apuntador, se le veía en la cara a Norris desde que llegó. No había rival este año: sí en la mecánica con el McLaren, pero no al volante con Lando.
Demasiado ha estirado el chicle el equipo de Woking, aún un paso por detrás de Red Bull en hechuras de campeón. Pero a la hora de la verdad, en Interlagos, se vio lo que es cada uno, y hoy, un poco más: Max ha hecho lo que tenía que hacer, estar por encima de un coche que ya es tercero del Mundial, y Lando nada, trotar.
Es de prever que para el año que viene, ya sea Hamilton en Ferrari, o Leclerc, que tampoco parece a la altura de Max, o Russell, ojalá Fernando ahora que han eyectado a Fallows... puedan aportar algo más ante uno de los mejores pilotos de la historia como es Versrtappen, que a sus 27 años ya es merecísimo tetracampeón del mundo.
Ni el día de la última oportunidad pudo sacarse de encima Norris el cenizo de año. Nada, cero, ni amago de hacer sombra a Verstappen, ni una vuelta por delante de él más allá de los cambios de ruedas en un circuito, todo sea dicho, que se les ha atragantado todo el fin de semana.
Está aliviado ya, se quita de encima la pesadez de tener que ganar el título, que parece que no quería, demasiado pronto, se le ha hecho bola 2024. Ahora ya podrá correr tranquilo y seguro que gana las dos que quedan. En fin, una pena.
Hoy se ha visto de forma resumida el año de Sainz en Ferrari. Mejor en muchas carreras de Leclerc, hoy en Las Vegas claramente y también en clasificación, a veces da la impresión que se tiene que abrir hueco a codazos, desde la estrategia, para tener una carrera redonda. No tenían sus gomas listas, parecían no querer pararle, luego ha pasado a Leclerc cuando le ha dado la gana porque tenía el podio en las manos... a lo suyo. Tarde se dio cuenta el madrileño. En todo caso, nada se podía oponer hoy a los Mercedes, en otro mundo con el frío de Las Vegas.
Estamos viendo a un tipo con un objetivo en la vida, Liam Lawson, al que le da igual 8 que 80, un bicampeón como Alonso, un veterano como Checo o un perro viejo como Magnussen. Sus peleas hoy son un dolor de muelas para el que le toca batirse el cobre con él. Ha pasado por encima hasta del medidor de velocidad en el pit, volando por encima de él. Un tipo peligroso, sin duda, pero al final no el único en este show...
Fernando no va a llevar bien las últimas carreras, ya lo ha avisado, que le preguntan lo mismo y "ya adelanto que voy a ir como voy hasta el final", o sea, mal. Con todo ha estado 10º en puntos media carrera con el último coche, con Sauber, de la parrilla.
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