Yuki Tsunoda las ha pasado canutas para entrar en Las Vegas. No tuvo problemas en Austin o Miami, pero algo sucedió la pasada madrugada al llegar al puesto de aduanas de la ciudad norteamericana en la que le tuvieron retenido varias horas.
"Por suerte, me dejaron entrar después de un par de conversaciones", dijo. "Bueno, muchas conversaciones, en realidad... Casi me envían de vuelta a casa", reconoce el nipón.
Pedí que llamaran al fisio con el que viajo para que pudiera ayudarme a explicar un poco más sobre mí y la situación de ser un piloto de Fórmula 1. Pero no me lo permitieron, ni llamar a la F1 ni a nadie
Tsunoda viaja con su fisioterapeuta, pero tuvo que pasar por inmigración solo y pese a tener la documentación correcta y en regla, luego lo llevaron a una habitación para interrogarlo. Yuki había volado antes que el equipo para un evento promocional.
"Llevaba pijama, así que quizá no parecía un piloto de F1", añadió el joven de 24 años, que cree que el agente de aduanas sí le reconoció tras un rato.
"El agente de control fronterizo me metió en una habitación y tuvimos una conversación. Aunque estaba mi fisioterapeuta con quien viajo, cuando pasas por la aduana, vas individualmente, pedí que le llamaran para que pudiera ayudarme un poco a explicar más sobre mí y la situación de ser un piloto de Fórmula 1. Pero no me lo permitieron. No me permitieron llevar a ese amigo, ni siquiera llamar a nadie", afirma.
"Quería llamar también al equipo, o a la Fórmula 1, pero en esa sala no puedes hacer nada. Estoy seguro de que él sabía que soy piloto de F1. Durante la conversación, incluso me preguntó el salario y todo. Es algo incómodo, siento que recibí mucha presión de ellos por cosas que no podía decir. Si digo algo, siento que estoy en un problema mayor. Por suerte, todo salió bien", asegura.
El caso es que la odisea le ha inyectado fuerza en las venas al nipón, que se ha venido arriba en el 'paddock' de Las Vegas, y más sobre un posible nuevo compañero de equipo tras De Vries, Ricciardo y ahora Lawson: "Que me sigan enviando pilotos para batirme, que yo seguiré destruyéndolos". Todo un carácter.
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