El gimnasio Kiofu regentado por David Balarezo en la capital es el punto de encuentro con Stella Abalos, natural de Madrid y entrenando actualmente en el Climent Club de Alicante, y Chanel Forster, natural de Marbella donde entrena en el Real Club Pádel Marbella. 'MARCA la Diferencia' disfruta de una jornada de entrenamiento y confesiones con dos de las mujeres que actualmente son referencia en el MMA nacional.
Stella Abalos (Madrid, 2000) siempre fue una niña muy activa. Le gustaba patinar y montar en bicicleta, además de estar apuntada a baile y gimnasia rítmica en actividades extraescolares. El divorcio de sus padres en plena adolescencia introdujo, de manera involuntaria, los deportes de o en su vida. "Tuve que hacer frente a situaciones en casa que son complicadas para cualquier niño. El psicólogo me recomendó que buscara un deporte en el que pudiera canalizar toda la energía y mis emociones. Fue entonces cuando descubrí los deportes de o", asegura Stella.
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A los 14 años se enroló en las filas del Circus Arena de Vallecas y empezó a practicar boxeo, K1, kickboxing, jiu jitsu y grappling hasta que acabó en las artes marciales mixtas (MMA). "Me encontré con un montón de personas muy buenas que me ayudaron mucho y se involucraron mucho conmigo. Personas comprometidas y respetuosas que me acogieron con mucho cariño. Yo llegaba de un hogar roto y encontré un sitio que pasó a ser mi refugio. Para mí fue algo que me salvó la vida", reflexiona Stella.
Chanel Forster (Marbella, 1995) fue una niña inquieta, alegre y traviesa que canalizaba -y aún lo hace- su energía con la equitación. Un día, hace cinco años y animada por una amiga, se animó a probar suerte en una clase de MMA. "Al principio no estaba muy convencida porque lo veía como un deporte violento y me daba miedo, pero cuando lo probé me di cuenta de que no era como me imaginaba. Me gustó, repetí al día siguiente y así hasta el día de hoy donde ya llevo muchas peleas a mis espaldas", explica. "La gente desde fuera solo ve los golpes, pero no sabe la disciplina, el entrenamiento y el respeto que hay detrás. Nos preparamos física y mentalmente para pelear, pero cuando acabamos nos abrazamos a nuestra rival porque sabemos lo que ha trabajado para llegar hasta allí", destaca Chanel, que debutó en 2019 y en su primera pelea ganó por KO a los 45 segundos, récord de la competición. "Recuerdo que estaba cagada y mis manos iban solas. Sólo quería acabar cuanto antes y salir de la jaula", recuerda.
Un deporte que engancha
Stella comenzó su aventura en las MMA junto a dos amigas -Sonia y Esther-, que apenas duraron un mes, tiempo suficiente para que ella terminara de enamorarse del deporte, del entorno y del estilo de vida. "Hay chicas a las que les puede dar un poco de vergüenza animarse a dar el paso de apuntarse por el hecho de ser un deporte mayoritariamente de hombres, pero luego entrenas o compites y regresas a casa con unas sensaciones increíbles. Creo que es un deporte igualitario, al menos desde mi perspectiva, porque hacemos los mismos ejercicios, levantamos el mismo peso y peleamos de la misma manera. Nunca me he considerado más por ser mujer, pero tampoco menos", recalca.
"Es un deporte de o, pero tiene su técnica y preparación y antes de dar un golpe en una jaula lo hemos ejecutado mil veces en un entrenamiento. Damos una impresión muchas veces equivocada. La mayoría de la gente somos personas normales: abogados, médicos, estudiantes...", expone Stella. "Yo siempre digo que si vas a pelear y no te duele nada o no estés lesionado es que no has entrenado lo suficiente porque la preparación exige que estés recibiendo golpes, que haya caídas al suelo... No salimos a pegarnos porque sí. Detrás hay meses de entrenamiento, de puesta a punto, de estudio de las rivales. Hay gente que dice que no, pero yo sí paso miedo y no me da reparo decirlo. Soy súper nerviosa, lo paso mal, pero para mí es algo bueno porque cuando entro en la jaula y cierran la puerta sale la leona que tengo dentro", añade Chanel, quien entrena a las órdenes del italiano Gabriele Pazizzoli
'Se buscan' mujeres
Stella y Chanel son referentes de un deporte carente aún de mujeres, lo que complica los entrenamientos y limita la competición. "Estoy acostumbrada a entrenar con chicos y siempre de más peso que el mío, lo cual es positivo por tener una resistencia mayor que la que me voy a encontrar el día que compita, pero peor teniendo en cuenta que nunca se tratará de un simulacro real", resume Abalos, que compite en peso átomo (47,6 kilos). "Cuando yo empecé era muy difícil encontrar mujeres en mi mismo peso a nivel nacional. Hubo campeonatos en los que nos apuntamos dos. Ahora cada vez hay más chicas y ojalá siga así porque las opciones se multiplican", subraya Forster, que pelea en peso gallo (61,2 kilos). "Queremos que la MMA femenina también sea referente. Intentamos en todos los eventos y campeonatos demostrar que podemos pelear igual y al mismo nivel que los hombres. Incluso tenemos más cojones", destaca entre risas Chanel.
En los deportes de o, los apodos son otra manera de conocer a las luchadoras. Stella fue bautizada en un primer momento como 'Telita' por su afinidad con la moda, pero pronto fue renombrada con el apelativo de 'La Jefa', que casa mucho más con su carácter. "En el gimnasio estaba todo el día pendiente del papeleo, de las redes, de los eventos y les decía a unos y a otros lo que tenían que hacer y cuando. Por eso, cuando fui a pelear y pregunté en el gimnasio el apodo que podría ponerme, todo el mundo coincidió: ¡Si eres la jefa!", explica la madrileña. En el caso de Chanel, lo tiene pendiente. "Yo siempre he querido uno y espero que alguien me lo ponga algún día, pero es verdad que mi nombre es tan singular que es un reclamo por sí solo. Entrar en la jaula y escuchar mi nombre y mi apellido me hace sentir especial. ¿Para qué voy a cambiarlo?", reflexiona la marbellí.
Liberación y conciliación
Stella compaginó, hasta hace muy poco, el deporte con los estudios y el trabajo. Hizo el Grado de Diseño y Gestión de Moda en la URJC y se costeaba sus gastos como recepcionista del gimnasio o camarera de noche. Aún colabora, de manera eventual, como comentarista de la UFC en Eurosport. "En mi último año de carrera, estando en clase, me di cuenta que no veía ahí, que no era mi lugar. Ya habría tiempo para poder dedicarme a eso en el futuro, pero mi presente estaba en el gimnasio, en la jaula, en las MMA", comenta.
Chanel compagina sus dos pasiones -la MMA y la equitación- con la crianza de sus dos hijos, de 10 y 7 años respectivamente. "No es fácil la conciliación, sobre todo con hijos como los míos que son unos terremotos, pero si uno quiere algo no le cuesta trabajo. Ellos vienen conmigo al gimnasio, disfrutan viéndome e incluso entrenan también. Están creciendo con una disciplina perfecta, no están en la calle y les estoy demostrando que se puede ser mujer, madre y luchadora", cuenta. "Aún no han venido a verme pelear nunca y me gustaría, aunque todavía son muy pequeños. Siempre me dicen que lleve una medalla a casa y ese es mi objetivo cuando peleo", añade.
Una llamada que le cambió la vida
Una llamada en el verano de 2022 cambió la vida de Stella, que se mudó de Madrid a Alicante para entrenar en el Climent Club, el gimnasio de los hermanos Climent -Jorge y Agustín- que alojan a grandes campeones como el ya archiconocido Ilia Topuria. "Toda España ha podido vivir el Topuriazo. En el gimnasio hemos visto cómo ha venido más gente, más medios, más oportunidades. Gracias a Ilia se han abierto muchas puertas para poder enseñar el deporte y mostrarnos como deportistas", apunta Stella, que confiesa el consejo que recibió por parte de Alexander -hermano de Ilia- y que tiene como mantra. "Yo iba a competir en el Europeo de jiu jitsu de Valencia y él me llevaba a casa en coche. Le comenté que éramos tres chicas, que iba a hacer dos peleas y que podía coger la plata. Él me dijo que no podía conformarme con eso. Que la mentalidad siempre debe estar en aspirar a lo máximo y que 'All I see is gold' (todo lo que veo es oro). No sólo gané el oro en esa competición sino que es una frase que se me ha quedado en la cabeza", apunta la madrileña. El 'efecto Topuria' tiene su eco a nivel nacional e internacional, profesional y aficionado. "Creo que el éxito de Ilia ha ayudado muchísimo porque ahora hay un bombo que flipas. La gente viene al gimnasio y dice que quiere hacer lo mismo que Topuria, aunque no sepa lo que es, y se habla mucho más de nuestro deporte", apunta Chanel.
Stella viene de pelear recientemente en el Europeo de Serbia, donde se llevó un bronce, y tiene en mente el Campeonato de España (28 de junio). Chanel participó en marzo en el WOW 12 de Madrid y tiene en su hoja de ruta el Campeonato de Andalucía (4 de mayo) y el Campeonato de España. Además del WOW14 que se celebrará en mayo y donde podrían estar ambas, el gran objetivo este año es el Campeonato del Mundo, donde Stella espera poder llegar al 100% y Chanel no tiene pinta de llegar. "Mi sueño siempre ha sido pelear por España en un Mundial. He sido campeona de España, pero no me dejan participar en el Mundial por tener pasaporte británico. Me han dicho que puedo competir por Inglaterra, pero yo soy de aquí, me siento española y quiero pelear por España. Ojalá algún día pueda hacerlo realidad", sentencia Chanel.
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