Un día después de que Fran Garrigósencontrase la llave para abrir el medallero español en París y acabar con los 24 años del judo español sin subir al podio olímpico, los españoles han vuelto al tatami del Campo de Marte Arena, el pabellón construido para estos Juegos a los pies de la Torre Eiffel y que se desmontará tras los Juegos. Debido a la lluvia del día anterior, los alrededores seguían siendo un barrizal. Este domingo ha sido el turno de David García (-66 kg) y de Ariane Toro (-52 kg), que cayeron eliminador en primera ronda en su debut olímpico.
El tarraconense, que ha pasado por seis operaciones de rodilla, fue el primero en debutar en sus primeros Juegos Olímpicos. Lo hizo en treintadosavos ante el kazajo Gusman Kyrgyzbayev , subcampeón mundial de -60kg en Budapest hace tres años. El español, muy explosivo, llevó la iniciativa pero no consiguió evitar el Golden Score o Punto de Oro, que es como la prórroga del judo. En ella, un wazari del kazajo acabó con el sueño olímpico de García, que salió cabizbajo del tatami y se fundió en un abrazo con su hermano.
"Estoy decepcionado. No me lo podía creer, no entraba en mi cabeza este resultado en ningún momento. Me había visualizado ganando este combate sin mucha complicación. Sabía que se podía alargar pero no veía de qué manera me podía ganar pero al final se ha decantado hacia su lado", reconoció el catalán. "He hecho un buen combate y una buena preparación para los Juegos, pero a veces el judo se decanta hacia el otro lado", añadió.
Estoy decepcionado, no me lo podía creer porque no entraba en mi cabeza este resultado en ningún momento
David García, judoca de -66 kg
Sobre la acción que protestó Quino Ruiz, su entrenador, casi al final del combate, García reconoció que no es habitual lo que sucedió pero "no es una excusa". Durante todo el circuito han sancionado cuando el rival se sale del tatami. En este caso en vez de sancionar al kazajo, que hubiese sido su tercera penalización y hubiese ganado David, sancionaron al español por provocar que se saliese. "Y eso no pasa casi nunca", explicó. Pero insistió que no era excusa.
Ahora se va a tomar un descanso largo para "resetear la cabeza" y volver al circuito la temporada que viene.
Un adiós entre lágrimas
Por su parte, Ariane Toro, hija de la bronce olímpica de judo en Atlanta 96 Yolanda Soler y del también olímpico en aquella cita José Toro, comenzó su participación ante judoca de Mongolia Sosorbaram Lkhagvasuren.
Su nombre sonaba como una de las posibles sorpresas de estos Juegos. Con sólo 21 años, llegaba habiendo subido al podio en la mayor parte de competiciones de 2024. Precisamente, su primera medalla en un Grand Slam había sido en el de París este año. Pero esta vez no hubo suerte en la capital sa.
Su sueño olímpico duró dos minutos y 43 segundos, los que tardó la rival de la navarra en hacer un ippon (Kuzure-kami-shiho-gatame). La joven acabó entre lágrimas y cuando pasó por la zona mixta para hablar con los enviados especiales a París, seguía emocionada y sin poder contener las lágrimas.
Tengo más nivel del que he demostrado y por eso duele un poco más
Ariane Toro, judoca olímpica en -52
"Perder en un primer combate en unos Juegos nunca es para estar feliz. Tengo aquí a toda mi familia (que llevan una camiseta blanca con los aros olímpicos, una foto de Ariane y el mensaje ¡Vamos, Ariane!) y verles a ellos tristes duele. Estoy ya pensando ya en el siguiente ciclo. Sé que soy joven, pero pensamos que tenemos el nivel. Nos hemos estado midiendo de tú a tú con nuestras rivales. Creo que tengo más nivel del que he demostrado y por eso duele un poco más", dijo la navarra. José Toro, su padre, estaba sentado en el banquillo como entrenador y a su madre esta vez le ha tocado vivir los Juegos desde la grada.
Ambos se quedan con el ejemplo de Fran Garrigós, que perdió en primera ronda en Río 2016 y en Tokio 2020 y ayer fue bronce. "Es un claro ejemplo del que la sigue la consigue, pero hoy tenemos que pasar el duelo por haber desaprovechado la oportunidad que teníamos", dijo.
Todavía el judo español puede seguir sumando medallas. Aún faltan por competir cinco judocas. El otro nombre que más suena en las quinielas es el de Niko Sherazadishvili, que buscará la medalla olímpica que le falta el día 1 en -100 kg.
