Fue una imagen de pureza, de que a pesar de que ya ha avanzado a una edad adulta y a un estrellato muchas veces opresivo, Simone Biles fragmentos de juventud. Junto a sus tres compañeras, su inseparable Jordan Chiles con la que entrena en el World Champions Centre; Sunisa Lee, Jade Carey y la más joven no alineada en esta ocasión, la adolescente Hezly Rivera, comparecieron ante la prensa y todo fueron risas.
Biles estuvo dicharachera, también fue la más interrogada, nada que ver a los momentos de angustia que pasó en los anteriores Juegos Olímpicos. "Creo que todos teníamos algo que demostrar desde Tokio y esta noche lo hemos conseguido", dijo para luego felicitarse por "la misión que habíamos venido a hacer aquí. No lo dijimos muy alto, pero ese era el objetivo: el oro".
Chiles, la que más cerca ha entendido en los meses de bloqueo de Biles a la campeona, también se refirió al trabajo colectivo: "Todos hemos trabajado dentro y fuera del gimnasio. Tanto mental como físico. Este equipo es increíble. Estoy muy orgulloso de ellas". Pero fue Suni, la aún campeona olímpica del concurso general, al menos hasta el jueves, la que fue la más certera de todas. "Creo que hablo por todas, pero estoy muy feliz y sobre todo por Simone. Cuando me acerqué al acabar a ella le dije: Lo hiciste".