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- España-Bélgica. La maldición de cuartos
El perder es parte del juego. Y como ocurrió en el EuroBasket de Eslovenia, Bélgica provocó el desconsuelo en España. La misma piedra, otra vez. Tras una genial fase de grupos, llena de milagros y buen juego. Tras evitar a la temible Estados Unidos. Pero la selección femenina cayó ante Bélgica y se despide de los Juegos Olímpicos entre lágrimas. "Es una forma muy dura de irse", dijo Miguel Méndez, seleccionador nacional.
Bélgica fue infinitamente superior a España, que solo en momentos puntuales (el primer cuarto y las primeras acciones del segundo se pareció a su nivel habitual). "Es un muy mal partido en el peor momento posible. Hasta este choque hicimos lo que había que hacer. Ser primeras, el segundo mejor primero. Y nos tocó un equipo que fue mucho mejor que nosotros", indicó el técnico gallego. "Nos merecíamos terminar de forma diferente este verano", agregó Laura Gil, una de las más tocadas.
Nos merecíamos terminar de forma diferente este verano
España volvió a caer en esa barrera de cuartos que solo ha rebasado una vez, tras la canasta de Anna Cruz contra Turquía en Río 2016. Todo lo demás, ese muro. En Barcelona 92 no se jugaban, pero España fue quinta. En Atenas, ante Brasil (63-67), en Pekín, Rusia (84-65), y en Tokio, Francia (64-67). "Todas trabajamos para llegar a un momento así, luchando por las medallas. Nos acordamos también de las que no pudieron estar aquí", señaló Gil.
La selección no se encontró. "No nos ajustamos al partido. Íbamos ganando de uno, y ellas cogieron ventaja, y en el tercer cuarto, volvieron a jugar bien, mover el balón. Nos han sabido reaccionar siempre", explicó Mariona Ortiz. Y, claro, estaba Emma Meesseman. "Con equipos con jugadoras así es muy complicado", repitió.
El futuro, de cualquier forma es esperanzador. "Nos vamos con la cabeza alta. Estamos tocadas, porque salió cruz y no quita un ápice al talento que existe, las ganas e ilusión para ser campeonas de todo", abrochó Elisa Aguilar, presidenta de la FEB. "Es triste porque no pudimos poner nuestras armas en el campo. Fueron muy superiores y es una diferencia que no hay entre los dos", cerró Méndez.