En un final intenso, Adrian Meronk, el polaco de los Cleeks, estrenó currículum en el LIV Golf con la victoria en la apertura nocturna de Riad. El golfista revelación en 2023 del golf del continente europeo se elevó por encima de Sebastián Muñoz y Jon Rahm, que en un sábado de gran juego y fallos en momentos claves con el putter anduvo cerca, aunque los 67 golpes que tiró, siete birdies y dos bogeys, no fueron suficientes.(Resultados completos)
Le quedó el consuelo, no menor, del triunfo por equipos con la Legión XIII, cuya victoria era indiscutible para los legionarios casi antes de salir. Ha sido tal la superioridad en este torneo que el penúltimo partido, en orden inverso a la clasificación, Jon lo compartió con Surrett y Hatton, dos de sus compañeros de cohorte. Como si fuera un entrenamiento. Empezaron con 11 golpes de ventaja y aguantaron la renta.
Imaginando una remontada en la que seguramente sólo creía él, y más después de que cometió un bogey en el hoyo 1, Rahm entró en efervescencia en otra noche fría del desierto. A base de grandes putts, enchufó cinco birdies en los siguientes seis hoyos para quedarse a tres golpes de Meronk, que estaba cómodo sin que, de momento, el colombiano Muñoz, uno de los pocos jugadores que arriesgó y llegó al LIVsin oferta económica previa, lo apretase. Tampoco Lucas Herbert, que salía tercero y que perdió en el hoyo 2 su bola en la rojiza arena del desierto. Ni con linternas la encontraron.
Aún era mucha la distancia de Rahm con el líder. Tenía medio trabajo hecho, pero necesitaba aguantar el mismo ritmo asombroso de conversión y algún fallo del polaco, nacido en Hamburgo y desarrollado en Tennessee, que, además, es un jugador imaginativo. Lo demostró salvando el par en el hoyo 4 con una sacada de bunker apuntando en una dirección opuesta al hoyo, pero jugando con la pendiente luego.
Meronk no estaba dispuesto a bajar los brazos y a falta de nueve hoyos subió a cuatro la distancia. Las estadísticas cifraban en más del 70 por ciento su victoria. Pero ya se vio con Rafa Nadal hace un par de temporadas en el Open de Australia. Son un entretenido número en el deporte
Jon, de nuevo, también cometió un bogey al comienzo esta vez de los últimos 9 hoyos. La gravedad es que era un par 5, donde necesitaba resultado. Leyó mal la caída y se fue por un lado. “¡Era a la izquierda!”, dijo maldiciéndose. De inmediato Meronk falló en el mismo hoyo, pero por la derecha. Y otro error después. Se abrió una pequeña rendija.
Comenzó otra pelea con Muñoz (-15) a un golpe, a la que también se unieron Hatton (-14) y Sergio García (-12), tras sumar el cuarto birdie del día cuando quedaban ocho hoyos. El de Borriol, 45 años, lleva dos temporadas a un nivel altísimo, con la calma que da la edad. Se ha pasado media vida buscando un grip cómodo con el putt. El de pinza es el que le va. Sumó otro birdie y se puso a la altura de Jon, que reaccionó bien y se elevó a 14 bajo par en el último par 5. En dos golpes había seis jugadores. Mientras, Hatton perdonaría desde aquí hasta el final cuatro putts claros que le hubiesen coronado. Finísimo con los hierros, estuvo muiy flojo con el palo que gana títulos.
Meronk estaba tocado. Había fallado la calle del 12. Muñoz lo vio y entendió que era su oportunidad. Sin victorias individuales en el LIV, sí con los Torque, podía poner fin a más de cinco años sin levantar un título. Pero necesitaba la magia de su juego del viernes. Le igualó en el último par 5, tras una corbata del europeo. Era una guerra de nervios.Y el polaco los tiene de helio. Por eso ganó.
Rahm, mientras, había perdido su ocasión en el hoyo15 cuando falló un putt de un metro. Había clavado un dardo que le hubiese arrimado a un golpe, con la presión que supone ver un nombre tan gigantesco en la caza. Enlazó después un birdies postrero, en el 17 tras un tirazo a otro metro y se le escapó otro de dos metros en el 18. Sumó otro top 10.. Desde que debutó el año pasado en la Liga, salvo la retirada por el pie en Houston, no se ha movido de ahí. Tiene mucho mérito.
García, que acabó sin errores, tiró 67 golpes y fue sexto, mientras. Su lugarteniente en los Fireballs, David Puig, fue protagonista de una de las vueltas del día (65 golpes) para igualar con Sergio, mientras que Luis Masaveu, en su primera experiencia, con una brillante tarjeta final de 68 golpes (+1 en los pares 5) se instaló en la trigésimo tercera posición.
Comentarios