Billy Horschel, está estos días tan preocupado por el British Open como por el posible fichaje del futbolista N'Golo Kanté por el West Ham United, club de la Premier League de fútbol del que hace unos años se volvió un gran aficionado. No está de acuerdo en que se paguen 20 millones por Kanté al Al-Ittihad. Curioso cuando menos para alguien que nació en Grant (Florida). El estadounidense ha sido uno de los jugadores que ha agitado el día en Royal Troon merced a su gran resultado de 69 golpes bajo la lluvia que lo ha aupado al liderato. Salió lanzado de los nueve primeros hoyos, con un -4 en el día. Todo el día jugó de escándalo y ofreció un clínic desde los bunkers. Su mejor resultado en un 'major' fue un cuarto puesto en el US Open de 2013.
De hecho, la bolsa de Billy, que este año fue octavo en el PGA Championship, suele llevar los colores y el escudo de su equipo, que este año dirige el español Julen Lopetegui. "Creo que Julen va a hacer un buen trabajo”, contaba a los medios el viernes. El amor del golfista por este equipo se remonta a sus días en la Universidad de Florida, en 2006. Un día compró el DVD de la película Green Street Hooligans, que protagoniza Elijah Wood, y en la que el West Ham es parte importante del argumento. La historia la contó cuando le ganó el WGC Dell Match Play de Austin a Scottie Scheffler.
Horschel, de 37 años, puso fin a su sequía de victorias -no vencía desde el Memorial en 2022- al conseguir la octava de su carrera en el PGA Tour en el Corales Puntacana Championship. Se trataba de uno de los torneos 'menores' del PGA, pero aquello le sirvió al americano para saltar en el ranking y así poder estar en los torneos elevados y en el US Open y el British.
Lo que más alivió a Horschel de aquella victoria en Punta Cana es que sus hijos ya no le preguntarían más si había pasado el corte. "Antes me preguntaban si había ganado cuando llegaba a casa de un torneo, pero últimamente me preguntaban si había pasado del corte, y los niños no mienten", explicaba.
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