Jon Rahm cerró la primera jornada del Open Británico, el Major europeo y el último de la temporada, con 73 golpes, dos sobre par, en una mañana de lluvia y viento severo, no huracanado, en el Royal Troon, en la costa del Fiordo de Clyde, en el Oeste de Escocia.
El golfista de Barrika batalló con brío en un escenario truculento, donde todos cometieron errores, los que más Bryson DeChambeau (76) y Rory McIlroy (78) entre los favoritos, con aciertos y donde la paciencia fue el decimoquinto palo de la bolsa. Rahm falló muchas calles, pero supo recuperar bien. No acertó con los birdies hasta el hoyo 8, en el minúsculo par 3 del hoyo 8, el llamado Sello de Correos de sólo 104 metros, después de haber ido salvando pares salvo en el primero de los pares 5. "Durante todo el día ha sido un ejercicio de supervivencia"
Allí, en el 4, había dado, hasta ese momento, el único golpe verdaderamente malo del día cuando en el approach con el tercer golpe se fue directamente a uno de los profundos bunkeres que defienden el campo. Se le quedó tan pegada al talud que tuvo que jugar sin mirar a la bandera y ni siquiera llevo la bola al green.
El doble ganador de grandes, que persigue el sueño de unir su nombre al de Severiano Ballesteros, el único español que ha ganado el Open Británico -y en tres ocasiones-, comenzó entonces a jugar con confianza, a patear bien. Se le fueron algunos tiros, pero recuperó brillantemente. Pese a todo, acumuló dos bogeys, más, otro más en un par 5, los tramos largos en los que acumuló dos sobre par en el día, y se paró en 73, a ocho golpes de Dan Brown que jugaba en el penúltimo partido del día y que visto en las benévolas condiciones en las que acabó pareció otra jornada
"Tenía muchas ganas de meter ese último putt", dijo Jon al terminar. "Está muy difícil ahí fuera. Ocho de los primeros nueve hoyos son todos hacia la derecha y hoyos largos y difíciles. Justo cuando piensas que puede ser un poco más fácil, a favor del viento, en realidad no lo es. Los últimos nueve hoyos son muy difíciles, brutales, especialmente el 14 y el 17, y los pares 3 son muy, muy difíciles. Jugué bien. Lo que pude hacer fue meter muchos buenos putts para par que mantuvieron la ronda, pero, sí es cierto que no me coloqué en las mejores posiciones para hacer un par de birdies y terminar par o bajo par, lo que hubiera sido una ronda fantástica".
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