una medida del impacto de Tiger Woods en el mundo del deporte profesional y sobre todo en el del golf lo dan los resultados anuales del Player Impact Program (PIP), un 'bonus' que otorga el PGA Tour a los jugadores con más y mejor impacto social. Este impacto es medido de acuerdo a métricas propias del PGA Tour y la cantidad que se reparte es nada menos que de 50 millones de dólares entre 20 jugadores, aunque en años anteriores ha sido de 100 millones.
El vencedor ha sido -y lo ha sido por tercera vez en los cuatro años de vigencia del programa, quedando segundo en la restante- Tiger Woods. Y lo ha hecho pese a jugar solamente cinco torneos oficiales este año, sin grandes resultados porque sus problemas físicos apenas le dan tregua. Se lleva 10 millones de dólares como premio a su imagen. Al margen del juego, ha participado en las negociaciones entre el PGA Tour y el LIV Golf y ha lanzado Sun Day Red, su marca personal de material deportivo.
El PGA Tour señaló en el momento de lanzamiento del programa, previsto en principio hasta 2030, que para el reparto económico se valoraría el rendimiento deportivo de la temporada, el promedio de los tres últimos, y otros criterios como búsquedas en Internet, aparición mediática, presencia de los patrocinadores vinculada al jugador, conocimiento de la población en general y conocimiento de los aficionados al golf.
Woods se ha embolsado este año 'sólo' 10 millones de dólares, por 20 cada uno en 2021 y 2022 y 12 en 2023, cuando fue segundo por detrás de Rory McIlroy. A Scottie Scheffler haber ganado siete torneos el circuito, entre ellos el Masters, además del Hero World Championship y la medalla de oro olímpica le ha valido el segundo puesto: ocho millones de dólares. En las últimas cuatro temporadas Tiger Woods apenas ha podido jugar una decena de torneos pero, como vemos, sigue siendo el rey del golf.
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