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“Hay valores emocionales que están por encima de aspectos tácticos y de juego”, explicaba el entrenador Carlos Corberán tras la victoria ante el Valladolid que sacaba a su equipo del descenso. “Esos son los valores que te permiten conseguir tus objetivos”, remataba. Y no solo se estaba refiriendo al hecho de que el Alavés -en el partido previo al de Mestalla- hubiera logrado, con un jugador menos, ganar al Villarreal.
Para que el Valencia se vea esta semana en el puesto 16º, un punto por encima de la salvación, han tenido que pasar 165 días, de los que los dos últimos meses han sido especialmente duros. Porque el hecho de que el Valencia haya disputado varios partidos de enero y febrero el domingo a las 21:00 permitía conocer los resultados de los rivales directos que habían jugado previamente. Y efectivamente, en dos jornadas diferentes, antes de que el Valencia empezara su partido, se vio a siete puntos de la salvación.
El momento más dramático fue antes de jugar contra la Real. El equipo blanquinegro regresaba tras el bajonazo de la semana anterior cuando Sevilla empató en el tiempo añadido por un error de Mamardashvili. El partido del 19 de enero a las 21:00 se había estado jugando, en realidad, durante el fin de semana. El Espanyol había ganado al Valladolid; el Alavés, al Betis; el Leganés, al Atlético. El Valencia, a falta de disputar su partido, tenía 13 puntos y el 17º Alavés, 20. “Siete puntos. Aquello era una situación límite”, recordaba Javi Guerra en VCF Média Radio. “Éramos los últimos y si no ganábamos nos descolgábamos”.
He visto en el equipo la personalidad, la resiliencia, la fuerza mental para en una situación de necesidad volver a conseguir una victoria
El Valencia venció a la Real, pero dos semanas después se encontró en la misma situación, casi peor anímicamente, aunque ya no era colista. Venía de caer goleado 7-1 contra el Barcelona. Y jugaba el domingo 2 febrero en Mestalla contra el Celta. El sábado, el Espanyol –que era el que hacía la raya de la salvación- se había impuesto sorprendentemente al Real Madrid. Así, el equipo blanquinegro volvía a estar a siete puntos de la permanencia con un partido por disputar. Y el Valencia tuvo que sobreponerse al empate de Pablo Durán, con un tanto precisamente de Javi Guerra, que dejaba al equipo de nuevo a cuatro de la frontera.
Dos seguidos en casa, con el 0-5 de Copa en medio
El equipo blanquinegro tenía dos partidos de Liga seguidos en casa. Pero tuvo que sobreponerse a otro golpe anímico en medio: el 0-5 de Copa en Mestalla, ante el Barcelona. Pero reaccionó y, tres días después, venció a un rival directo como el Leganés: a uno de la salvación en la jornada 23. “He visto en el equipo la personalidad, la resiliencia, la fuerza mental para en una situación de necesidad volver a conseguir una victoria”, repite Corberán. Después llegaron los dos empates a domicilio (Villarreal y Osasuna) que minimizaron los efectos del 0-3 del Atlético en Mestalla. El Valencia seguía en descenso, pero ya con los mismos puntos que el 17º. Así que la victoria frente al Valladolid ha puesto al equipo un punto por encima de la salvación.
El Valencia, que sigue sin ganar fuera de casa, ha cimentado su remontada con las cuatro victorias de seis partidos en Mestalla, en la era Corberán. Con esos tres empates a domicilio suponen 15 puntos.
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