Papu Gómez fue suspendido por dopaje en octubre de 2023, una sanción de dos años poco tiempo después de abandonar el Sevilla para firmar por el Monza. Todavía le queda por delante un año de castigo aunque no pierde la esperanza de volver a jugar en la élite. A sus 36 años, el centrocampista estuvo entrenando con el CD Manchego hace unas semanas y en una entrevista a Relevo muestra su malestar por la postura del Sevilla cuando se conoció su positivo. "No lo sé, me deja ciertas dudas. A ver, esto lo sabía Monchi, esto lo sabía el presidente, José María del Nido Junior. Yo sé que los abogados míos quisieron hablar con los abogados del club y me cerraron las puertas en ese momento. Ellos me comunicaron que ellos no se hacían cargo de nada, que me dejaban completamente solo en esta situación", comenta.
No se muerde tampoco la lengua el argentino cuestionado por la situación del Sevilla. “Malas gestiones. No se puede entender que después de tres años consecutivos entrando en Champions y vendiendo por 100 millones haya tantas deudas y haya caído tanto el equipo. Hicieron malas contrataciones y muchos cambios de entrenador también, no se continuaron proyectos... Y de jugar Champions League empezó a jugar por el descenso. El Sevilla no es un equipo fácil, tiene una muy buena hinchada que te exige y que cuando los resultados van mal se hacen sentir, entonces claramente muchos chicos no pueden soportar la presión y no es fácil jugar ahí", analizó.
10 goles y seis asistencias en 90 partidos (5.078 minutos) es el bagaje del Papu con la camiseta del Sevilla. La última vez que estuvo citado con los nervionenses fue en la final de la UEFA Europa League de Budapest, en la que el Sevilla, entrenador entonces por José Luis Mendilibar doblegó a la Roma de Mourinho en la tanda de penaltis, aunque no jugó. El bonaerense aterrizó en la capital hispalense en 2021, traspasado por el Atalanta y firmando un contrato por tres temporadas y media.
Comentarios