Mientras el CD Mirandés sueña con su primer ascenso a Primera División, es imposible no volver la vista atrás hacia la figura que mejor encarna el alma del club: Pablo Infante. El exfutbolista, que se convirtió en leyenda rojilla durante la mágica temporada 2011/2012, vive hoy una vida alejada de los focos, pero con el mismo compromiso de siempre. Ya no desborda por la banda ni bate a porteros de Primera, ahora trabaja en el Ayuntamiento de Burgos, en el servicio de Movilidad y Transportes. Sin embargo, su historia sigue viva, especialmente ahora que el Mirandés está a un paso de hacer historia de nuevo.
El milagro de la Copa 2011/2012
Pablo Infante saltó a la fama nacional con 31 años, cuando lideró al modesto CD Mirandés, entonces en Segunda B, a las semifinales de la Copa del Rey. Aquel equipo entrenado por Carlos Pouso enamoró al país con su valentía, su fútbol directo y su espíritu indomable. Y en el centro de todo estaba Infante, un delantero atípico: funcionario de día, goleador de noche.
En esa edición copera, el Mirandés eliminó en rondas consecutivas a Villarreal, Racing de Santander y Espanyol, todos equipos de Primera División. Cada victoria fue más improbable que la anterior, cada remontada más celebrada. Y en cada una, Infante fue clave.
Terminó el torneo como máximo goleador, con siete tantos, superando a figuras de talla mundial como Cristiano Ronaldo o Lionel Messi. Lo hizo con una mezcla de clase, frialdad y oportunismo, convirtiéndose en el símbolo del fútbol romántico, ese que aún cree en los imposibles. Su tanto al Espanyol en la ida de cuartos, en un abarrotado Anduva, sigue siendo una de las imágenes icónicas de aquella Copa.
Pero la magia no terminó en febrero. En mayo de 2012, el Mirandés consiguió el primer ascenso de su historia a Segunda División, culminando una temporada inolvidable. Infante volvió a ser el líder futbolístico y emocional del equipo.
El retiro y la nueva vida
Infante colgó las botas en 2016, a los 36 años, tras una breve etapa en la Ponferradina. Sin embargo, nunca se alejó del todo del deporte ni de su tierra. Actualmente, trabaja en el servicio de Movilidad y Transportes del Ayuntamiento de Burgos, donde se dedica a la gestión del tráfico urbano y al diseño de soluciones de transporte sostenible.
Hoy, 13 años después de aquella epopeya, el Mirandés vive otra temporada mágica. En la zona alta de la tabla de Segunda División, el equipo de Alessio Lisci practica un fútbol valiente y atractivo, con jóvenes talentos cedidos por clubes de Primera y una afición que vuelve a soñar. El espíritu de Infante todavía se respira en Anduva.
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