Anduva para curar los males a domicilio. El Mirandés regresa este domingo al feudo rojillo tras encadenar por primera vez en la temporada en LaLiga Hypermotion dos derrotas consecutivas. Con la asignatura aún pendiente de estrenar el casillero de victorias lejos de su estadio en 2025, tras marcharse de vacío del Carlos Belmonte y La Romareda en las dos últimas jornadas disputadas por el conjunto jabato, la escuadra de Alessio Lisci vuelve al templo rojillo, donde no pierde desde principios de octubre y es la segunda más efectiva como local de toda la categoría, para recibir a un Deportivo que suma siete jornadas invicto.
Y lo hace con el Mirandés instalado en puestos de promoción de ascenso a Primera división y con un pequeño colchón de cinco puntos de ventaja respecto a la séptima posición que actualmente ocupa el Almería. Si algo ha caracterizado al equipo de Lisci esta campaña en la competición liguera y explica el buen hacer clasificatorio de los mirandesistas es su regularidad y su capacidad de reponerse y puntuar después de cada derrota, hasta el punto de que no ha sido hasta la jornada 34 en la que el Mirandés ha sumado dos tropiezos consecutivos por primera vez en la temporada.
Anduva volverá a registrar un gran ambiente tras agotarse las entradas para presenciar el duelo ante el Deportivo de la Coruña. Y los rojillos se encomendarán al fortín de Anduva para romper la dinámica negativa de resultados y reencontrarse con los tres puntos que le permitan mantenerse en la zona noble de la tabla clasificatoria a la estela de Elche, Levante y Racing de Santander, del que le separan cinco, cuatro y un punto, respectivamente.
No estará solo en El Molinón
Además, el cuadro rojillo no estará solo dentro de una semana en El Molinón, tras agotarse las 556 entradas visitantes para presenciar el próximo viernes el encuentro que medirá al Sporting de Gijón con el conjunto mirandesista.
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