Imanol Alguacil no pudo despedirse de su partido favorito con una victoria, al empatar su Real Sociedad con el Athletic de Bilbao, un resultado que complica un poco más que el de Orio pueda poner fin a su etapa al frente del conjunto txuriurdin con un sexto pase a Europa. El técnico fue ovacionado y coreado por la grada, pero seguro que eso no le quita el disgusto de no haber podido ganar de nuevo.
Imanol escuchó una gran ovación antes de comenzar incluso el partido, cuando se nombró su nombre por megafonía, y poco después la grada Zabaleta arrancó a que el resto de la afición cantase el “Imanol, Imanol, Imanol, Imanol”.
Antes, el de Orio posó por primera vez junto a su once inicial, porque lo hicieron los cuatro ex realistas que, con muchos años de retraso, recibieron por sus 10 temporadas o más de txuriurdin la insignia de oro y brillantes, Alberto López, Agustín Aranzabal, Aitor López Rekarte y Óscar de Paula, queriendo este póker de leyendas que Imanol y sus ayudantes, Mikel Labaka y Jon Ansotegi, formasen junto a ellos, al coincidir algunos en su etapa de jugadores.
Su deseo de dejar a la Real en Europa se complica
Imanol sorprendió luego viviendo los primeros minutos sentado en su banquillo, pero enseguida se levantó y fue el de siempre por muchos momentos, escuchando de nuevo a la grada cantar su nombre y ovacionarle en varias ocasiones, en una de las últimas muestras de cariño de su afición.
El técnico txuriurdin vio luego como, un día más, su Real no termina de ser la que desearía ver, esa de mucho juego y casi tanto acierto que ganaba muchos partidos y se clasificó para Europa cinco Ligas seguidas, porque ahora está en una línea de juego más floja, con una eficacia casi inexistente, lo que llevó a que sólo pudiera empatar en un último derbi y a que la esperanza de despedirse con un nuevo pase a un torneo continental se siga complicando cada vez más.
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